González Laya avisa de que no hay «plan B» para Gibraltar

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha subrayado que España trabaja para lograr antes de fin de año un acuerdo con Reino Unido sobre Gibraltar, teniendo en cuenta que el objetivo es que haya «la máxima fluidez posible» de personas y vehículos y que no hay «plan B». Sin acuerdo, ha advertido, Gibraltar será una «frontera externa» de la UE y, por tanto, habrá «colas».

El Peñón quedó excluido «expresamente» del acuerdo sobre las relaciones futuras que anunciaron en Nochebuena Londres y Bruselas. La Comisión Europea permanece al margen del diálogo sobre este punto –«solo actuará si España se lo pide», ha recordado la ministra– y Madrid y Londres mantienen las líneas de comunicación abiertas mientras el tiempo corre.

La actual fase de transición expira la medianoche del 31 de diciembre al 1 de enero. «España perseguirá un acuerdo hasta el último segundo de 2020. Por España no va a ser», ha insistido González Laya, en una rueda de prensa en la que ha reconocido que el «Brexit duro» es una posibilidad real en el caso de Gibraltar.

La jefa de la diplomacia española ha evitado dar detalles de las negociaciones, de posibles escollos o de especificaciones técnicas que puedan estar sobre la mesa, pero ha apelado también a la voluntad política de Reino Unido. En este sentido, cree que sería una «verdadera lástima» que el plazo venciese sin que hubiese un acuerdo, «con todo lo que eso supone».

España aspira a «la máxima fluidez posible» e incluso González Laya ha aludido a la posibilidad de «levantar la Verja», tomando como referencia lo vivido en la última semana en la zona sur de Inglaterra, donde se han acumulado cientos de camiones por el aumento del tráfico y las restricciones fronterizas adoptadas por Francia.

Aunque a menor nivel, González Laya cree que escenas como las de Dover son un «recordatorio» de lo que podría ocurrir en la zona de Gibraltar, donde también se verían «colas», especialmente de personas. La ministra ha reconocido que situaciones como las de Inglaterra demuestran la necesidad de ser «precavidos».

España busca un acuerdo en aras de la «prosperidad compartida», según González Laya, que cree que el «gran desacuerdo» que persiste entre los dos países en materia de soberanía, donde hay «pretensiones irrenunciables», no tiene por qué obstaculizar el actual proceso de diálogo.

«Pensamos que se puede, sin renunciar a estas pretensiones (de soberanía), simplificar la movilidad que afecta, sobre todo, a ciudadanos», ha incidido la jefa de la diplomacia española en su comparecencia.

BUENA VALORACIÓN DE LA PESCA

El Ejecutivo de Pedro Sánchez valora «muy positivamente» el acuerdo post Brexit en términos generales, pese a que «no es tan ambicioso como hubiese gustado» en algunos puntos. Así, la visión de González Laya va desde la «sorpresa» por la salida de Reino Unido del programa Erasmus a la satisfacción por los compromisos logrados en términos de comercio, pesca, transporte o energía.

«Tenemos una base sobre la que construir una nueva relación con Reino Unido», ha confiado, reconociendo la «unidad» mantenida por los Veintisiete durante el largo proceso. «El divide y vencerás no ha funcionado durante la negociación», ha apostillado.

La cercanía de la fecha de ruptura de relaciones hace inviable que se concluya a tiempo el proceso de ratificación por ambas partes, por lo que los gobiernos europeos han acordado una aplicación provisional que regiría en principio hasta finales de febrero pero que la Eurocámara ya ha planteado ampliar hasta marzo.

España «no tiene ningún problema» con la petición del Parlamento Europeo, en palabras de González Laya, quien cree que «unos días más no serían un problema» si con ello el órgano legislativo puede aplicar y ejercer sus labores de fiscalización del nuevo acuerdo.

La ministra ha destacado que el texto de más de mil páginas que se ha aceptado ‘in extremis’ permite dejar atrás el escenario aciago que habría supuesto un Brexit duro y que, por ejemplo, habría implicado una pérdida del PIB a 2022 del orden del 0,7 por ciento, según datos del Banco de España. Asimismo, da garantías a los casi 500.000 británicos que viven en España y a los más de 260.000 españoles residentes en Reino Unido.

El acuerdo comercial permite un comercio sin trabas ni aranceles y contempla, en el terreno de la pesca, un periodo de transición de cinco años y medio en el que, según la ministra, «España sale bien parada». González Laya ha opinado que las cuotas planteadas «son bastante asumibles», si bien ha admitido que pueda haber «inquietud» en el sector.

«No podía ser exactamente la misma situación» a la que había hasta ahora, ha señalado, dentro de un mensaje en el que ha asegurado que «los pescadores españoles pueden estar tranquilos» porque se han defendido sus derechos durante todo este proceso.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha anticipado que el Consejo de Ministros aprobará este martes que preparará a España de cara al 1 de enero. González Laya ha evitado entrar en detalles y se ha limitado a decir que serán «medidas de adaptación», por ejemplo en materia de ciudadanía y movilidad.