Torra admite que la legislatura no ha servido

El expresidente de la Generalitat Quim Torra ha admitido este miércoles que la legislatura no ha servido para avanzar hacia la independencia y ha llamado a la ciudadanía de Cataluña a escoger entre el Estado o una hipotética república catalana, y a ser consecuentes de esta elección: «O reino de España o república catalana».

Lo ha dicho en un discurso telemático que ha dado con motivo del fin de año –tradicionalmente el presidente de la Generalitat daba un discurso al finalizar el año pero en esta ocasión no se ha producido al no haber presidente– desde la antigua farmacia del Hospital de Santa Caterina de Girona.

Torra ha admitido que durante la legislatura no se ha avanzado para hacer realidad la independencia, sino que «ha sido la legislatura de la más grande represión vivida desde el franquismo», y ha señalado uno de los ejemplos es él mismo por su inhabilitación.

Ha reprochado que, mientras esto sucedía en Cataluña, «en España han ayudado a escapar a un Rey perseguido por una inmensa mancha de corrupción; una corrupción que no es la excepción, sino la marca de identidad de la dinastía borbónica».

Por eso, ha instado a los catalanes a elegir: «O reino de España o república catalana. O monarquía o democracia. O represión y corrupción, o libertad y justicia. Hay que tomar la decisión e, insisto, ser consecuentes».

GESTIÓN «INTERESADA Y MEZQUINA»

Torra sostenido que ante la pandemia el principal objetivo es salvar vidas: «No hay ningún interés superior a este. No podemos hacer pactos con la muerte. No podemos asumir, como un pacto de tolerancia, que hay unos intereses que pasan por delante de la vida de las personas».

Considera que el coronavirus «ha desnudado como nunca hasta ahora la autonomía» de Cataluña, ya que cree que se ha demostrado que los recursos de la Generalitat son limitados y que no se puede responder a una crisis como la actual como se debería, según él.

Asimismo, ha cargado contra la gestión del Gobierno central porque «no ha dejado de hacer llamamientos a la unidad y a decir que el virus no entendía de fronteras ni de territorios.

«Lamento y vivo con una tristeza íntima y profunda la gestión que se ha hecho, interesada y frecuentemente mezquina, de esta crisis que todavía vivimos. No me cansaré de repetirlo nunca: para salvar una sola vida hay que darlo, todo, sacrificarlo todo, ponerlo por delante de todo», ha insistido.