Iglesias aleja a su electorado y hunde a Podemos tras un año en el poder

El vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, no vence ni convence. Tras un año de gestión, todas las encuestas le auguran un batacazo electoral, por no hablar de que tanto él como sus ministros son los peores valorados del Ejecutivo. A pocos días de despedir el 2020, Iglesias ha consumado una pérdida de alrededor de 15 diputados en tan solo unos meses. La pandemia le ha pasado factura, pero fuentes del partido aseguran que su «omnipresencia» bañada en un férreo liderazgo que no permite voces críticas dentro de la formación morada. Lo que está claro es que la línea actual no funciona y muchos dentro del partido empiezan a pedir un cambio de rumbo. 

La última encuesta que ha hecho saltar las alarmas en Unidas Podemos es la de DYM para el diario 20minutos. En este sondeo se augura que, de los 35 diputados que tiene actualmente, Unidas Podemos se quedaría con entre 24 y 27. Esto significa que perdería alrededor de 2,6% de intención de voto desde las elecciones del 10 de noviembre hasta ahora. Y aunque en referencia con otra encuesta realizada también por DYM han ganado un pequeñísimo porcentaje de voto, lo cierto es que un batacazo de diez diputados sería un drama para Unidas Podemos que podría incluso echar a Iglesias del poder, ya que su fuerza política no sería tan relevante como es ahora ni podría presionar al PSOE tanto como lo hace ahora. Y más si el PSOE ve reducido su apoyo electoral y se ve obligado a pactar con todas las fuerzas independentistas y nacionalistas.

Esto va en consonancia con las otras encuestas que se han realizado por otros medios y con el criterio de los sociólogos consultados por MONCLOA.com. Unidas Podemos se desinfla y a pesar de estar en el poder no ha convencido a los suyos, que le abandonan poco a poco a pesar de los esfuerzos de Iglesias por adoptar medidas de efecto, como la prohibición de los desahucios o presionar al Rey con una tercera república inminente en uno de los momentos más bajos de la monarquía parlamentaria española. Todas auguran que, como poco, Podemos se dejará por el camino diez diputados y más de dos puntos de intención de voto. 

Hay quien dice dentro de la formación que en realidad los datos «no son tan malos» e incluso comentan de forma distendida que se los esperaban «mucho peores». Esto significa que los ánimos dentro de la formación no están demasiado elevados, pues todos saben que el barco de Unidas Podemos va a la deriva y su líder no hace ni el más mínimo movimiento por renovar la cúpula del partido o por cambiar la línea política que sigue. El comentario más repetido entre los que conocen bien el partido es que el «personalismo» de Iglesias (más propio de partidos peronistas) está hundiendo Unidas Podemos poco a poco. Solo en un año en el poder ya se ha dejado una buena cantidad de votantes. Habrá que esperar a 2021.

Otra encuesta de GAD3 para ABC auguraba aún peores datos para los de Iglesias. Mientras algunos se contentaban con una pérdida de nada menos que diez diputados, a mediados de diciembre salían a relucir los resultados de GAD3 que auguraban que perdería hasta 15 y dejaría a Unidas Podemos solo con 20 parlamentarios en el Congreso de los Diputados. Una presencia más cercana a la ERC que a la de cualquier partido mayoritario. Vamos, que Unidas Podemos se está convirtiendo en Izquierda Unida y ha perdido todo su electorado inicial. 

LA SUCESIÓN

Desde la formación morada hablan de sucesión. Es el rumor que circula entre todos los diputados pero nadie se ha atrevido aún a levantar le voz con este asunto, no vaya a generar una crisis interna antes de tiempo. El vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, quiere acabar la legislatura tranquila, pero todos en la formación morada dan absolutamente por hecho que renunciará al liderazgo del partido en 2023. Vamos, que apuestan porque Iglesias no será el cabeza de lista a los comicios generales de noviembre de 2023. Esto se da por hecho, pero abre un debate de sucesión que no tiene una fácil solución, aunque ya haya un nombre que se haya levantado frente a los demás. 

Ese nombre es el de la ministra de Trabajo. Yolanda Díaz quiere, pero no hará ninguna declaración antes de tiempo. El problema principal que ven desde la formación morada es que su origen no es del seno de Iglesias, sino de Izquierda Unida. Pero aún así, Díaz es la que más papeletas tiene para conseguir apoyos suficientes para heredar los galones del poco cuestionado líder de la formación. Al otro lado de la balanza está la pareja de Iglesias, Irene Montero, que muchos hablaban como posible heredera del partido pero que ahora es probablemente más un problema para Unidas Podemos que un activo valioso. 

UNOS MINISTROS POCO VALORADOS

A todo esto hay que añadirle la valoración de los ministros de Unidas Podemos, que son los que peor nota han sacado de todo el Ejecutivo, según el barómetro de octubre del CIS de José Félix Tezanos. Pero es que otra encuesta de NC Report para La Razón también constataba que los ministros de Podemos son los peor valorados de todo el Ejecutivo. Todos sacan una nota en torno al 3, algo que ha dejado entrever que el equipo de Podemos no gusta entre los españoles. Por no hablar de que Irene Montero, la ministra de Igualdad, se lleva la palma como la peor valorada del Ejecutivo con un 3,3 de nota. 

Esto es lo que ha relegado a Irene Montero a la incertidumbre política. Hace años se hablaba de la ministra de Igualdad como la futura heredera del partido, pero ahora todos saben que si llega a sustituir a Iglesias en 2023, es más probable que las encuestas hundan aún más a Podemos antes que sacarlo a flote. Con Montero fuera, Díaz tiene todas las papeletas para heredar una formación rota.