La Conselleria de Educación de la Generalitat estudia que el próximo curso se amplíe a más centros el plan piloto para impartir religión islámica en la educación pública iniciado en octubre en seis escuelas e institutos de Barcelona, Baix Llobregat (Barcelona), Girona y Tarragona.
La directora general de Currículum, Maite Aymerich, ha explicado que el Govern «trasladará, con tiempo suficiente, las peticiones que tiene y la posibilidad de incorporarse al pilotaje los centros que son susceptibles de mayor demanda».
Se ha venido impartiendo a un centenar de alumnos de primero de Primaria y primero de ESO de centros que no ofrecieran otras opciones de religión y en los que hubiera solicitudes de las familias –Aymerich ha explicado que se optó por primeros cursos precisamente con la voluntad de «dar continuidad» al plan el año siguiente–.
La religión islámica no se impartía antes pese a tener el doble de peticiones de familias que la evangélica, que sí se enseñaba: en la preinscripción de 2019, el 22% de familias pidió que se cursara religión católica, el 1,1% islámica, el 0,52% evangélica y el 0,01% judía, según los últimos datos disponibles del Departamento.
La directora general de Currículum ha valorado que se ofrezca esta opción a la comunidad islámica: «Desde hace mucho tiempo pedían que sus hijos pudieran ser como el resto de alumnos, tener esta opción y no tener que acudir exclusivamente a la mezquita para poder adquirir esta formación».
La Conselleria ha hecho un balance positivo del funcionamiento del piloto en sus tres primeros meses: Aymerich ha destacado que «no ha habido ninguna incidencia remarcable» y que el departamento ha estado en contacto el trimestre con los seis centros, ajustando algunas cuestiones prácticas.
Después de enero se hará una «valoración más exhaustiva del impacto que ha tenido en los centros y de las percepciones de las familias y del propio alumnado».
«En este primer trimestre las cuestiones de evaluación son complicadas. Lo más importante era que las escuelas tiraran adelante y fueran un espacio seguro», ha añadido.
La Conselleria ha venido justificando el plan como el cumplimiento de un derecho de las familias, y ERC (partido del conseller Josep Bargalló y de Aymerich) aspira a una asignatura de Cultura de las Religiones, como explicita en sus aportaciones a la Ley Orgánica de modificación de la LOE (LOMLOE), la ‘Ley Celaá.
«La LOMLOE sería una gran oportunidad para transformar esta visión de la escuela que imparte opciones religiosas», ha defendido Aymerich.
Además de la ley estatal, la directora general ha constatado que la continuidad del plan estará sujeta a «la voluntad política» del Govern que surja de las elecciones catalanas.
«Si ERC sigue al frente del Departamento, lo que querríamos es poder avanzar en la pluralidad, en la laicidad y en el conocimiento de las culturas religiosas, que nos permiten respetar al otro, conocerlo e interrogarnos con amplitud de miras para interpretar el mundo, crecer y convivir», ha añadido.