Hemos pasado la Nochebuena y la Nochevieja entre restricciones, datos alarmantes y toques de queda, adaptándonos como hemos podido, a las nuevas circunstancias. Ahora, cerramos las fiestas más ajetreadas e importantes del año con el día de Reyes, una tradición muy nuestra que ilusiona tanto a los adultos como a los niños. Las cabalgatas de la víspera este año se han cancelado y sustituido por recepciones con cita previa, saludos desde los balcones o paseos en globo. Debido al incesante número de contagios por coronavirus, las medidas de seguridad han sido lo más importante y sus majestades se han tenido que limitar a hacer acto de presencia para que los pequeños pudiesen verlos brevemente.
2ABRIR LOS REGALOS Y DISFRUTAR DE ELLOS
Las familias con niños pequeños seguramente tendrán el día solucionado porque estarán totalmente concentrados en sus regalos y no tendrán demasiado interés en el resto del mundo. A menos que los Reyes les hayan dejado una bicicleta o un patinete, lo cual no sería muy buena idea en plena segunda y tercera ola de pandemia, y tocará convencerles de que hay que posponer el paseo hasta que la situación esté un poco más tranquila. Los adultos pueden pasar también el día estrenando los nuevos juguetes junto a los niños, ayudándoles a entender como funcionan o retando su creatividad. Es una oportunidad excelente para tomar el día con calma, pasar un rato de calidad con los pequeños y conectar de nuevo con el niño que llevamos dentro.
