Hemos pasado la Nochebuena y la Nochevieja entre restricciones, datos alarmantes y toques de queda, adaptándonos como hemos podido, a las nuevas circunstancias. Ahora, cerramos las fiestas más ajetreadas e importantes del año con el día de Reyes, una tradición muy nuestra que ilusiona tanto a los adultos como a los niños. Las cabalgatas de la víspera este año se han cancelado y sustituido por recepciones con cita previa, saludos desde los balcones o paseos en globo. Debido al incesante número de contagios por coronavirus, las medidas de seguridad han sido lo más importante y sus majestades se han tenido que limitar a hacer acto de presencia para que los pequeños pudiesen verlos brevemente.
4COCINAR EN CASA

Si no conseguiste llegar a tiempo para el roscón, o bien os lo habéis terminado demasiado pronto y queréis más, ¿por qué no preparar uno casero? Seguro que durante el confinamiento adquiriste experiencia en masas y bizcochos, así que esto será coser y cantar. No es nada difícil hacer un roscón de Reyes. El roscón tradicional lleva harina de fuerza, huevos, levadura, leche, una pizca de sal, limón, un poco de agua de azahar y frutas escarchadas. Los más golosos, una vez horneado, pueden rellenarlo con un poco de nata. Por supuesto, no puede faltar la figurita de la buena suerte y el haba tradicional, que significa que el pago del roscón corre de la cuenta de la persona a la que le ha tocado.