Las dos caras de Javier Zarzalejos: ETA, Sánchez y Vox

  • El eurodiputado del PP 'criminalizaba' a Sánchez a la misma hora que diseñaba un acercamiento al PSOE.
  • La mano derecha de Aznar escribió el discurso con el que Pablo Casado rompió con Vox.
  • Zarzalejos negoció con ETA y posteriormente intentó zancadillear la de Zapatero. 
  • Javier Zarzalejos se menea con soltura por las sombras. Y es que algunos periodistas políticos pensaban que la mano derecha de José María Aznar y exsecretario general de FAES estaba retirado de la vida pública en activo.

    Pero no: Zarzalejos ejerce como eurodiputado y, según varios medios, redactó el discurso con el que Pablo Casado rompió con Santiago Abascal con la intención de que el Partido Popular ensanche su espacio y se aleje de Vox.

    Esta estrategia, exigida por Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno (y por algunos gurús demoscópicos), ha acercado al PP hacia las posiciones del PSOE. Y es que Pablo Casado quiere repartirse el Tribunal Constitucional y RTVE con la intención de coger fuerzas para tumbar a Abascal antes de intentar desalojar a Sánchez de La Moncloa.

    RUPTURA REDACTADA POR JAVIER ZARZALEJOS

    Cuenta Ok Diario que «la rotunda intervención de Pablo Casado en la moción de censura de Vox fue el culmen de una estrategia bien planificada, trabajada al detalle y durante semanas. Su cerebro fue José María Aznar».

    «De la redacción se ocupó el director de FAES, Javier Zarzalejos. Ambos fueron los artífices de situar al PP y a su líder en el complejo escenario que planteaba la iniciativa de Santiago Abascal», añade el periódico digital.

    «El objetivo del PP es captar en el espectro del centro a casi un millón de personas que no han regresado al voto ‘popular’ y que pueden encontrarse aún en la órbita de Ciudadanos. Para eso, es necesario marcar distancia con Vox», añade una fuente consultada por el mismo medio.

    LAS DOS CARAS DE JAVIER ZARZALEJOS

    Javier Zarzalejos es capaz de escribir un discurso centrista cuatro meses después de mostrar su radicalismo en la Eurocámara al acusar al Gobierno de Pedro Sánchez al acusarle de «maquillar las cifras de muertos».

    «Una de las consecuencias de la revolución digital es que el papel mediador de los medios de comunicación como filtros independientes de la calidad de información se ha reducido extraordinariamente», aseguró.

    «Éste es el vacío que tenemos que llenar, lo cual nos plantea la necesidad de reconsiderar la responsabilidad de las plataformas, la utilización de aquellas herramientas tecnológicas que con todas las cautelas necesarias pueden ayudar a la lucha contra las fake news, por supuesto el fact checking en términos de transparencia, y el papel que todos los usuarios debemos desempeñar», añadió.

    NO ES LA ÚNICA VEZ

    Javier Zarzalejos ya ha demostrado en otras ocasiones su capacidad camaleónica. En 1999 fue el representante de José María Aznar en la negociación entre el primer Gobierno del Partido Popular y ETA.

    Por aquel entonces decía lo siguiente: «No venimos a convencerles de que dejen de ser una organización armada (. . .) estamos muy interesados en crear un escenario de cese indefinido de la violencia».

    «Hemos hecho un esfuerzo para asumir la lógica del otro, y dentro de esa lógica no pensamos que ETA se va a rendir. Sabemos que ETA tiene todavía capacidad mortífera. No pensamos que lo que nosotros les podamos decir sobre la lucha armada, sobre la violencia pueda modificar actuaciones de la organización…Hemos hecho un esfuerzo de acercamiento… No venimos a la derrota de ETA», añadía.

    DOS CARAS

    Javier Zarzalejos parecía otra persona cuando en 2013 intentó presionar al Gobierno de Rajoy a través de FAES después de tumbarse la doctrina Parot. Y este hecho, que ayudaba a consolidar el final definitivo de ETA, no fue bien advertido por la mano derecha de Aznar.

    «La mal llamada derogación de la doctrina Parot forma parte de la negociación que el Gobierno anterior emprendió con ETA, bajo la piadosa etiqueta de proceso de paz», aseguró. En 2018 Zarzalejos, demostrando que sus tesis son más cercanas a Vox que a las del centro que busca el PP, aseguraba que «la dispersión de presos de ETA debe mantenerse salvo excepciones».