Son muchas las personas que consumen refrescos de forma habitual, incluso para sustituir por completo al agua en su vida diaria. Mantener este hábito es un gran error, ya que puede llegar a provocar serios daños en el organismo. Por este motivo reducir o eliminar por completo su consumo puede llegar a tener grandes beneficios para el organismo.
El simple hecho de consumir refrescos a diario o con gran frecuencia tiene importantes consecuencias sobre la salud. Te contamos lo que pasa si bebes demasiados refrescos y poca agua.
LOS REFRESCOS Y LA OBESIDAD
El consumo de bebidas azucaradas como los refrescos, los zumos envasados o las bebidas energéticas tiene un elevado contenido de calorías, lo que hace que se asocien a un mayor riesgo de aumentar de peso. De hecho, ingerir estas en lugar de agua hace que haya un mayor riesgo de sufrir problemas de sobrepeso y obesidad.
Diferentes estudios han demostrado los efectos perjudiciales de este tipo de bebidas y el riesgo de poder llegar a desarrollar obesidad. De hecho, incrementa el riesgo en un 37% si se compara con aquellas personas que optan por opciones más saludables como el agua.
Por esta razón, a la hora de mantener dietas para la pérdida de peso es indispensable que se dejen de tomar refrescos dados sus efectos perjudiciales para la salud.
