Métodos para estrechar la vagina y aumentar el placer

Varios son los factores que tienden a ensanchar la vagina. Entre ellos, destaca el envejecimiento, los cambios hormonales o el parto natural. A pesar de que puede que no sea lo común, para muchas mujeres, estos cambios en su zona íntima pueden acarrear problemas de salud no deseados y también contribuir a disminuir el placer en las relaciones sexuales.

Entre otras cosas, si lo vamos dejando, esta elasticidad que no hemos buscado de forma activa puede suponer pérdida de autoestima, tener menos confianza en una misma o dificultades a la hora de tener encuentros íntimos con una pareja. Por eso, es bueno conocer algunos trucos o herramientas para poder volver a recuperar su forma sin dificultad alguna y con mucha práctica.

En caso de que te preguntes cómo, descubre los métodos para estrechar la vagina y aumentar el placer.

Ejercicios de Kegel, perfectos para estrechar la vagina

ejercicios kegel vagina

Uno de los métodos más destacados a la hora de estrechar la vagina es el de poner en práctica los famosos ejercicios de Kegel. De hecho, es una de las formas más recomendadas por los especialistas para hacerlo, pues estaremos también contribuyendo a fortalecer el suelo pélvico y notaremos mejoría en varias partes del cuerpo.

Hablamos de ejercicios de contracción y relajación de los que debemos hacer varias repeticiones. Para hacerlo, lo primero que debemos tener en cuenta es que tenemos que notar los músculos del suelo pélvico. Estos son los que cortan el flujo de orina cuando esta llega, para hacernos una idea sencilla.

Esos músculos son los que debemos apretar durante unos 10 segundos para volver a soltarlos y relajarlos otros 10 segundos. Iremos realizando repeticiones, de acuerdo a nuestro aguante, siempre contrayendo y relajando cuando sea preciso. De este modo, aumentaremos el placer y reforzaremos mucho la zona de la vagina gracias al entrenamiento.

Hacer sentadillas, un 2×1 perfecto para este año

sentadillas

El deporte se ha convertido en un básico durante el pasado año. Cuando más tiempo hemos pasado en casa, más hemos necesitado movernos. Por eso, si antes escuchábamos la palabra sentadillas y nos daba pánico, ahora hacerlas nos puede parecer lo más normal del mundo.

Hablamos de sentadillas porque conforman otro de los métodos, en este caso ejercicios, que mejor pueden funcionar a la hora de estrechar la vagina. Además de tonificar y estrechar esta parte, también conseguiremos otros resultados notables, como la tonificación de los músculos de nuestras piernas.

En el caso de siempre haber querido unos glúteos más redondos, subidos y tonificados, uno de los ejercicios que debemos poner en práctica son las sentadillas sumo. Para llevarlo a cabo, tan solo tendremos que separar las piernas y bajar a modo de una sentadilla normal. Notaremos pronto los resultados.

Bolas chinas, un clásico que nunca falla

bolas chinas

Aunque las bolas chinas se consideran parte de los juguetes eróticos, lo cierto es que también son herramientas que funcionan a la perfección a la hora de estrechar y tonificar nuestra vagina. De hecho, se recomiendan por los especialistas para hacer este tipo de ejercicios y conseguir darle forma a la zona.

Conocidas también como bolas de geisha o bolas Ben Wa, son perfectas para hacer ejercicio en cualquier lugar. Una vez introducidas en la vagina, las podremos llevar a cualquier sitio que deseemos, por lo que estaremos entrenando la zona íntima durante todo el día. Por ejemplo, durante la jornada laboral.

Cuando las hemos usado durante un corto espacio de tiempo, enseguida empezaremos a notar cómo volvemos a tener control sobre los músculos de la zona. Esto es importante a la hora de aumentar el placer, pues las paredes se estrechan, y también para controlar aquello que nos gusta y lo que no.

Conos vaginales, herramientas para estrechar la vagina

cono vagina

Similares a las bolas chinas, encontramos otra de las herramientas más potentes a la hora de estrechar nuestra vagina. Hablamos de los conocidos como conos vaginales. Estos elementos, como su propio nombre indican, tienen forma de cono y se introducen en nuestra zona íntima como si de un tampón se tratara.

Los podemos encontrar de diferente peso y tamaño, por lo que es importante conocer bien el tamaño de la zona para asegurar que cogemos el adecuado para nuestro cuerpo. El ejercicio con los mismos debemos mantenerlo durante unos 15 minutos. De hecho, lo podemos considerar como un entrenamiento más, en caso de que ya estemos acostumbradas a hacer otro tipo de deportes, y que nunca se nos olvide.

Para empezar, lo primero que tenemos que hacer es introducir el cono en nuestra vagina y apretar los músculos del suelo pélvico. Para controlar los mismos, es recomendable combinarlo con los ejercicios de Kegel, pues tendremos un 2×1 de lo más interesante. Este movimiento tendremos que hacerlo unos 15 minutos. Al principio, empezaremos con uno ligero e iremos aumentando de tamaño y peso conforme vayamos avanzando.

Vaginoplastia, la opción más rápida pero poco recomendable

vaginoplastia

La vaginoplastia es otro de los métodos que podemos encontrar para estrechar la vagina. Mientras los demás los podemos controlar y son ejercicios y herramientas que nos vienen bien para mejorar también el estado físico, como ocurre con los ejercicios de Kegel o las sentadillas, la vaginoplastia no es más que una operación estética.

La podemos considerar como el camino rápido y que menos esfuerzo requiere. Muchas son las mujeres que deciden tomar la decisión de pasar por esta operación para obtener resultados de forma instantánea. Sin embargo, sabiendo que existen otros métodos que podemos llevar a cabo, es el menos recomendable. La razón principal es que conlleva un riesgo para nuestra salud, el de ingresar en quirófano y supone un importante desembolso económico.

Si llevamos a cabo de forma rigurosa los métodos propuestos con anterioridad, no solo notaremos cómo vamos controlando los músculos de nuestra vagina, y cómo estos se contraen, sino que también aumentará la lubricación natural. Este es otro de los problemas al que muchas mujeres se enfrentan conforme pasan los años y al que se le puede poner remedio repitiendo los ejercicios y, sobre todo, siendo constantes con este entrenamiento tan particular.