Urkullu cree que cambiar el reparto de vacunas sería «injusto» paraEuskadi

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha señalado que la posibilidad de modificar el sistema de distribución de las vacunas contra la covid-19 en función de las ya puestas, para garantizar así la segunda dosis a aquellas Comunidades que «no han hecho previsión de viales», resultaría «injusta para con Euskadi». Asimismo, ha advertido de que ello llevaría a «una carrera alocada por vacunar a cualquier precio».

Bajo el título ‘Euskadi siempre ha sido una nación, un país solidario y lo seguirá siendo’, el mensaje del lehendakari –publicado en su cuenta personal de Facebook y recogido por Europa Press– se produce después de que la farmacéutica Pfizer anunciase ayer que reducirá un 44% el número de dosis previstas para llegar a España la próxima semana.

Tras indicar que en todo momento de la pandemia, «incluso en los momentos más duros y ante la escasez de todo tipo de materiales y recursos», Euskadi ha compartido aquello de lo que pudiera disponer, el lehendakari analiza la situación generada con las vacunas.

En este sentido, lamenta que parezca que también Euskadi se tenga que ver afectada por interpretaciones relativas a la aplicación de las dosis y la formación de los profesionales, «como si fuera un concurso-carrera o competición».

«La decisión que podría ser adoptada por parte del Gobierno español, según lo anunciado en el día de ayer, de garantizar la segunda dosis a aquellas Comunidades que no habrían hecho previsión de vacunas, resultaría injusta para con Euskadi», ha defendido.

A su juicio, materializar esta posibilidad llevaría así a una «carrera alocada por vacunar a cualquier precio, que se ha demostrado ineficaz y peligrosa». «Mientras sigan existiendo exclusivamente vacunas de dos dosis fabricadas por un único fabricante, es imprescindible que las Comunidades Autónomas garanticen el ‘stock’ suficiente para completar la vacunación», sostiene el presidente vasco, al tiempo que considera necesario actuar «anticipando posibles roturas de suministro».

De este modo, recuerda que estas empresas tienen que suministrar vacunas a cientos de millones de personas en todo el mundo que padecen la pandemia de covid-19 y advierte de que se pueden producir todo tipo de problemas de suministro y logística, como ha ocurrido con el cierre del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas como consecuencia del temporal de nieve.

Además, Urkullu recuerda que la efectividad de las dosis tiene un período determinado y sostiene así que «lo que ha sucedido en estos días no debería volver a suceder». «Los criterios de vacunación en todas las Comunidades han de ser claros. Así lo debe establecer, como otras cuestiones ante la situación grave que padecemos, la Comisión Estatal Interterritorial, tal y como hemos solicitado de manera reiterada», insiste.

Por todo ello, argumenta que no se deben promover competiciones entre Comunidades para ver «quién es la que más vacuna y en menos tiempo». «¿Qué ocurre si entre hoy y el miércoles Euskadi utiliza el 100% de las vacunas disponibles? ¿Tendríamos ‘derecho’ en ese caso a recibir más vacunas que otras Comunidades? No tiene sentido promover una competición y, menos, perjudicar a quien ha actuado con previsión», cree.

A su entender, se trata de un tema «muy serio, global y de bien común», de tal modo que «si alguna Comunidad decidiere apostar por la estrategia planteada, tendría que asumir las consecuencias de la misma». «No perjudicar a quienes hemos adoptado una decisión soportada en los criterios de un Consejo, con un Plan y una estrategia que se ha descubierto acertada, por prudente y eficaz», expresa.

Así, dice confiar en que se proceda a una «reconsideración» de lo anunciado este pasado viernes, se mantengan los criterios que fueron acordados y «que no puedan ser alterados para perjudicar a quien ha actuado con mayor cautela y previsión».

INICIO DE LA PANDEMIA

En su artículo, Urkullu hace también un resumen de lo acontecido desde el comienzo de la pandemia y recuerda que el 7 de marzo de 2020 se solicitaba apoyar a otras Comunidades con material sanitario, mientras que una jornada después se decidía en el País Vasco cerrar los centros educativos de Vitoria y confinar el municipio de Labastida.

«El 11 de marzo decidíamos el cierre de los centros educativos en Euskadi, el mismo día en el que la OMS declaraba pandemia por el SARS-Cov-2, día en el que se nos solicitaba que esperáramos a que las medidas se decidieran en el Estado. El 13 de marzo se adoptaba en Euskadi la declaración de emergencia sanitaria y el 14 de marzo el Gobierno español declaraba el estado de alarma», describe.

En este sentido, advierte de que aun cuando no se ha resuelto jurídicamente si era «imprescindible el estado de alarma, la justificación jurídica, entonces y actualmente, se basaba en la competencia para las medidas que afecten a la movilidad».

Asimismo, recuerda que planteó en agosto el ejemplo del «toque de queda» que en otros países se estaba adoptando y solicitó la declaración de estado de alarma para el conjunto del Estado ante las decisiones judiciales habidas sobre limitación horaria.

«Todo ello de manera absolutamente transparente y leal, tal y como lo ha sido con todas las medidas que pudieran haber tenido incidencia en Comunidades colindantes o próximas… con visión propositiva y de bien común en el Estado. Con actitud solidaria», concluye.