El detenido por el crimen de Oza-Cesuras es un vecino de Culleredo que conocía a la víctima

El detenido por el crimen de Oza-Cesuras es un hombre de 51 años, vecino de Culleredo (A Coruña), que conocía a la víctima, según ha informado la Benemérita, que confirmó el pase a disposición judicial este lunes del hombre, imputado por homicidio.

No obstante, desde su detención, por encontrarse ingresado en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), tras sufrir una parada cardiorespiratoria al ser localizado por los agentes, la Guardia Civil descartó su traslado a dependencias judiciales por su situación médica.

Sobre los hechos, explica que sobre las 19,05 horas del viernes se recibió una llamada procedente del 112 en el Centro Operativo Complejo (COC) de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña. En ella, se informaba que, según comunicaba un vecino, en la localidad de Porzomillos, en Oza-Cesuras, se encontraba una mujer con un fuerte golpe en la cabeza y un gran charco de sangre a su alrededor, permaneciendo inmóvil en el suelo.

Informaba además que, tras acercarse al lugar, concretamente a las proximidades de la vivienda donde ocurrieron los hechos, sita en Vilar de Costoia, Porzomillo-Oza Cesuras, había observado «que un varón, de complexión gruesa y con un chaleco reflectante, había salido de forma apresurada de la vivienda».

Esta incidencia, explica la Guardia Civil, ya había sido notificado a los servicios de urgencias, que movilizaron una ambulancia mientras que por parte de la Benemérita se notificaba a patrullas de servicio próximas al lugar.

A su llegada, se confirmó el fallecimiento de la mujer, a C.N.T. de 33 años, residente en ese domicilio. Las primeras informaciones recabadas de los testigos referían haber visto a un varón de complexión fuerte que vestía un chaleco reflectante cuando saltaba la verja de la finca del domicilio. También que había emprendido la huida por un sendero próximo a la casa y que cojeaba de forma notoria, apunta la Guardia Civil.

OCULTO EN UNOS MATORRALES

Inmediatamente, añade, se dispuso un operativo de búsqueda por las inmediaciones, consiguiendo, al cabo de unos diez minutos, localizar a un hombre de 51 años, vecino de Culleredo, de características físicas coincidentes con las relatadas por los testigos. El hombre estaba oculto en unos matorrales, con abundantes manchas de sangre en su ropa.

«En un primer momento intentó despistar a los agentes indicando que se encontraba paseando por la zona y se había lesionado en un pie», apunta la Guardia Civil que afirma que, después de ser preguntado acerca de su relación con el fallecimiento de la mujer, entró en parada cardiorespiratoria.

A requerimiento de los agentes, personal del 061 procedió a su reanimación, siendo trasladado al complejo hospitalario de A Coruña (Chuac) ya en calidad de detenido y custodiado por una patrulla, permaneciendo ingresado en observación hasta estos momentos, tanto por su dolencia cardíaca como debido al traumatismo en un pie.

CAUSAS DEL SUCESO

Sobre la investigación, la Benemérita señala que «las primeras noticias apuntaban a la posibilidad de un robo en el domicilio, como consecuencia del cual se habría producido un encontronazo entre autor y víctima, resultando ésta herida de tal gravedad que habría producido su fallecimiento, al ser golpeada por el autor con un objeto contundente».

Sin embargo, añade que, conforme avanzó, se averiguó que en torno a las 18,50 horas, la víctima había gritado pidiendo ayuda, cuando se encontraba junto con el autor en la finca de la vivienda. A partir de ahí, indica, «tendría lugar una secuencia de hechos tanto en el exterior como en el interior de la vivienda, cuyo desarrollo todavía está pendiente de esclarecer, que finalizó con el fallecimiento de la víctima y huida del presunto autor».

DESCARTADO EL ROBO

«Diversos aspectos que rodeaban la comisión de los hechos y el análisis de los indicios que se iban hallando, hacían declinar la hipótesis de un posible robo en la vivienda hacia otro tipo de motivaciones», apunta la Benemérita sobre la hipótesis inicial.

Respecto a la causa de la muerte de la mujer, indica que, personada la autoridad judicial para el levantamiento del cadáver, el forense inspeccionó el cuerpo confirmando como causa un disparo con orificio de entrada en la parte posterior del cráneo.

Por otra parte, explica que durante la inspección del lugar de los hechos, a unos metros del lugar donde yacía el cuerpo, fue encontrado un casquillo del calibre nueve milímetros corto.

LOCALIZACIÓN DEL ARMA

Como entre sus pertenencias el detenido no portaba ningún arma, a la mañana siguiente se dispuso un operativo de búsqueda, consiguiendo localizarla en el interior de una bolsa de plástico que el presunto autor supuestamente había semienterrado, junto con el chaleco reflectante, unos grilletes, una cadena metálica de varios metros de longitud, unos candados y varios cartuchos.

A unos 700 metros del domicilio de la víctima se halló el vehículo propiedad del sospechoso, el cual se intervino para un posterior análisis, siendo trasladado a dependencias de la Guardia Civil de A Coruña.

«A través de las gestiones y declaraciones testificales practicadas hasta el momento, aún no se puede afirmar la motivación que impulsó al presunto autor a cometer los hechos», señala la Guardia Civil que añade que si se tuvo conocimiento de que la víctima y el autor se conocían y confirma que se investiga «dicha relación».

En cuanto al arma, apunta que va a ser remitida al departamento de balística del Laboratorio de la Guardia Civil «al objeto de que emitan un informe acerca de su funcionamiento o manipulaciones que ha podido sufrir para hacerla operativa toda vez que consta como inutilizada». También añade que su titular desconocía que le faltaba del domicilio en donde la tenía guardada.