La nueva generación de ‘hijos de’ está dando mucho que hablar. Los hijos de los famosos en los noventa llegan a la mayoría de edad, y en esa nueva etapa en su vida no todos saben cómo gestionar un fama sobrevenida por la cuna. Hay quienes como Andrea Janeiro tratan de huir del circo mediático, por ahora. Otras, como Rocío Flores o Zayra Gutiérrez ya conocen los beneficios extra que les da ser hijas de famosos. La hija de Guti y Arantxa de Benito no está en su mejor momento: durante las últimas semanas no hay día que no cope alguna información rosa sobre su actitud de joven rebelde. Y, al parecer, con dinero. Pero, ¿de dónde sale el dineral que parece que se gasta sin preocuparse? Los rumores se han extendido, pero en moncloa.com sabemos la verdad.
Desde que se hiciera pública la fiesta ilegal que organizó por su veintiún cumpleaños, todos los periodistas del mundo rosa han reparado en la joven hija de Guti y Arantxa de Benito. Y no están mostrando precisamente la imagen idílica que hasta hace unos años había configurado su madre. La niña que la acompañaba entonces se ha convertido en una joven rebelde, que se salta las restricciones y lo hace público en sus redes sociales como muchos otros jóvenes de su edad. Solo que ella parece tener mucho más cash para gastar sin mirar. La gran pregunta que se hacen todos los periodistas del mundo rosa es de dónde saca tanta financiación para todas las fiestas, sesiones de belleza y caprichos varios que se ven en sus redes sociales. ¿Está obsesionada con la fama?
ZAYRA GUTIERREZ, CARNAZA PARA LA PRENSA ROSA
Desde que saliera a la palestra pública hace unos años de la mano de su madre, el mundo rosa había pasado de largo por Zayra Gutiérrez, la hija mayor del ex-futbolista del Real Madrid Guti, y la empresaria Arantxa de Benito. Ahora, con 21 años recién cumplidos ha entrado de lleno en el mundo del salseo que su madre siempre quiso evitarle. Al parecer, en esto, como en otras muchas cosas, madre e hija chocan estrepitosamente. Desde que se separara de Guti, Arantxa siempre se ha mantenido en segundo plano, sin llamar la atención más allá de colaboraciones puntuales en fiestas y saraos convenientes para su carrera en la agencia de comunicación en la que trabaja.
