Fundación Madrina pasa de atender a 400 familias al mes a 4.000 en un día

La Fundación Madrina ha solicitado al Gobierno que utilice el instrumento jurídico del Estado de Alarma para paliar la crisis extrema que se vive en España a consecuencia de la pandemia, con especial incidencia en alimentación, energía y hogar. La ONG afirma que ha pasado de atender 400 familias en un mes a 4.000 al día.

Por ello, considera que la gestión de la crisis sanitaria ha generado una crisis económica colateral mucho más grave que estima que durará más de siete años en recuperarse. La fundación ha recordado que «la nueva pobreza ha aumentado la pobreza estructural de España a niveles que no se veían en el país desde hacía décadas».

La organización entiende que el Estado de Alarma se ha convertido en una herramienta más política que social, «ya que no ha servido ni se ha utilizado para aliviar o combatir un desastre humanitario provocado por una catástrofe natural, lo que ha agravado la pobreza extrema y la vulnerabilidad de muchas familias que ya habían sido tocadas económicamente por la pandemia y que sufren ahora en mayor medida la crisis de la pobreza energética».

En la actualidad, sostiene la Fundación, las «colas del hambre» se están convirtiendo en «colas de familias sin techo, con niños durmiendo en estaciones de autobuses, o bien hacinados en casas de amigos o familiares, durmiendo en suelos y sofás, con hambre y más frío».

A esto se suma la respuesta de una «administración central cerrada» y que no funciona, ni física ni telemáticamente, generando un agravamiento de la pobreza especialmente entre los más vulnerables, y que recrudece la tasa de exclusión y pobreza en un 50%.

En España, según la ONG, está aumentando «de manera alarmante la pobreza materno infantil» con niños que crecen «sin la alimentación adecuada, sin las condiciones higiénico sanitarias óptimas, o sin la estabilidad de un hogar al verse golpeados por el paro y los desahucios».

Miles de personas cabezas de familia, según la Fundación Madrina, siguen sin recibir aún su prestación por desempleo, o se les deniega el Ingreso Mínimo vital, especialmente a familias que han sido más golpeadas por la pandemia perdiendo su trabajo, estando condenadas las mismas a las colas del hambre para comer ellas y sus hijos.

Estas familias vulnerables quedan atrapadas, según la organización, en sus hogares sin movilidad, sin medicamentos, sin alimentación, y sin calefacción o energía. «La pobreza de movilidad es muy grave, ya que crea que miles de familias no puedan acceder al metro o bus, no pudiendo acceder al derecho de salud, a recoger la comida, a acceder a una entrevista de trabajo».

Por eso, desde la Fundación Madrina se solicita al Gobierno que bajo el paraguas del Estado de Alarma se movilicen los recursos necesarios para paliar la grave crisis social y humanitaria que se está viviendo. A la pandemia, se ha sumado la irrupción de Filomena, donde no se han movilizado recursos públicos suficientes. Esta situación ha provocado gravísimas situaciones sanitarias en niños y personas vulnerables, añade.

Esta situación obliga a muchas familias a volver con sus padres, encontrándose con más casos en los que tres generaciones vuelven a convivir en la misma. Este movimiento familiar presenta efectos perniciosos para las propias familias que acogen, como pérdida de empadronamiento y pérdida de ayudas sociales, ya que solo se puede recibir una única ayuda por unidad familiar y lugar de empadronamiento, relata.

En esta pandemia, según Fundación Madrina, la peor parte se la llevan las mujeres embarazadas o con hijos menores, que están sufriendo la mayor marginación social a la hora de lograr una vivienda o incluso una habitación. Los propietarios de los inmuebles les indican a estas familias que no admiten «mascotas, embarazadas y niños».

Ante esta situación, exige recursos y derechos para que haya una cooperación entre comunidades para desplazar a familias que no tienen alojamiento en las ciudades y llevarlas a entornos rurales, reconociendo ayudas y empadronamientos.

4.000 FAMILIAS AL DÍA

La Fundación pone como ejemplo de esta situación los datos de actividad de los últimos meses, en los que ha pasado de atender de 400 familias al mes antes de la pandemia, a 4.000 al día. Antes de la crisis sanitaria se repartía una media de 30 toneladas de alimentos al trimestre, y hoy la cifra ha aumentado a 20 toneladas al día.

MULTIPLICA SU ACTIVIDAD SOCIAL POR 300

Asimismo, la ONG afirma que ha multiplicado su actividad social por 300 desde la pandemia y con la ayuda de 1.500 voluntarios que han repartido durante este año más de 1.500 toneladas de alimentos, higiene y enseres de bebe.

La fundación entrega alimentos y material de bebé en todos los distritos de Madrid con la ayuda de grupos logísticos, SAMUR social y la policía municipal. Asimismo, ha constituido, en este año de pandemia, como centro de referencia de Servicios Sociales para atender y acoger la infancia y la maternidad más vulnerable con 60 derivaciones diarias, y recibiendo más de 200.000 llamadas de emergencia alimentaria y sanitaria durante la pandemia.

En este año de Pandemia, Madrina ha realizado más de 1.000 ecografías, analíticas y actuaciones pediátricas; ha alojado en pisos de acogida a más de 30 madres gestantes o con hijos a cargo; ha atendido con alimentación e higiene de bebe a 3.500 familias diariamente; ha repartido diariamente 15 toneladas de alimentos y material de higiene de bebé; ha entregado 400.000 menús a familias vulnerables desde diferentes cocinas y ha gestionado más de 60 derivaciones diarias desde Servicios Sociales, hospitales, centros de salud, Cáritas, Cruz Roja y otras entidades públicas y privadas.

La organización ha recibido más de 15 llamadas al minuto y 200.000 llamadas telefónicas de riesgo alimentario y sanitario «materno-infantil»; ha realojado más de 1.000 niños de familias desahuciadas en Pueblos Madrina (con una lista de espera actual de 500 familias sin techo); y ha capacitado a más de 400 madres, a través del «aula virtual diamante», para fomentar el empleo y emprendimiento.

Durante el año 2020, Fundación Madrina ha invertido más de 360.000 euros entregando 1.500 toneladas de alimentos e higiene de bebé, como leche infantil, papillas, cereales, potitos, pañales y toallitas, además de alimentación de adulto

Durante la pandemia ha llegado a recibir más de 15 llamadas al minuto, y desde su Banco del Bebé ha repartido cerca de 15 toneladas de alimentos e higiene de bebe cada día. Posee pisos y residencias de acogida para jóvenes madres con niños en situación de exclusión; y forma en el empleo y emprendimiento a miles de mujeres cabezas de familia con cargas familiares.

Entidades como Cruz Roja, CEAR, Cáritas, parroquias, centros de salud, más de 14 hospitales y 20 centros de servicios sociales derivan diariamente pacientes, familias y niños a Fundación Madrina para que sean atendidas en sus necesidades básicas de alimentación e higiene infantil, así como de alojamiento, empleo y atención sanitaria.

Durante la pandemia se ha atendido cerca de medio millón de familias y niños en «nueva pobreza» suministrando alimentación e higiene de bebé. Igualmente, la entidad ayuda a cerca de 25 asociaciones e instituciones benéficas y religiosas, también al colectivo LGTB más vulnerable.