Fernando Simón y su nueva metedura de pata: la cepa británica

Fernando Simón lo ha vuelto a hacer. No hay mes en el que el director del Centro de Alertas y Emergencias no nos obsequie con una autocorrección a sus propias palabras. La última víctima ha sido la cepa británica en España y su evolución en el país. Esta se une a las ya aclamadas sobre la escasa incidencia que iba a tener el virus allá por enero, que como mucho iban a ser un caso o dos, y otras muchas meteduras de pata y predicciones erróneas del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Además de la oposición, ya piden su ‘cabeza’ médicos, enfermeras, científicos y epidemiólogos. Pero, a pesar de todo, y de todas las veces que se le ha dado por amortizado, sigue resistiendo en sus ruedas de prensa para analizar la evolución del coronavirus en España.

FERNANDO SIMÓN: LA CEPA BRITÁNICA Y LOS ESCASOS CASOS ASOCIADOS… ¿DOMINANTE EN MARZO?

«No solo se transmite más rápido, sino que también parece que empieza a asociarse con una mayor tasa de mortalidad«, explicaba el líder conservador en rueda de prensa para alertar al resto de países de lo que está ocurriendo en el Reino Unido. Para muchos, el ex miembro de la UE es hoy lo que fue Italia en febrero. Para Fernando Simón el 11 de enero, no. «La variante, en caso de tener algún impacto, será un impacto marginal», decía en la rueda de prensa el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

“Las expectativas que tenemos, si evolucionara como ha evolucionado en Reino Unido e Irlanda, estaríamos esperando que fuera una cepa dominante de alrededor de un 40% o 50% de ocupación de espacio en el mes de marzo”, se automatizaba a sí mismo tan solo tres días después.

LAS MASCARILLAS RECOMENDADAS SON…

«El uso de las mascarillas FFP2 está indicado para personas sanas, las personas que tienen sintomatología debería utilizar las quirúrgicas.», explicaba Fernando Simón el 15 de mayo de 2020. Tras la ‘desautorización’ que le impuso Alberto Garzón desde el Ministerio de Consumo, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias matizó: «si lo que queremos es proteger a una persona altamente vulnerable, buscaremos mascarillas que prevengan la infección del que la lleva al máximo, esas son FFP2. Pero sí que es cierto que no están recomendadas para la población general». Una evolución en una semana demasiado drástica. Sobre todo si tenemos en cuenta que antes del estallido de la pandemia, llegó a afirmar que no serían necesarias ni obligatorias.

LA SEGUNDA OLA QUE ERA UNA EVIDENCIA PARA TODOS MENOS PARA SIMÓN

Otra de las predicciones erróneas de Fernando Simón que terminaría por reconocer que se estaba dando fue la llegada de la segunda ola. Aunque a principios de agosto se mostraba muy receloso de llamar a la subida de casos exponencial segunda ola, los datos terminaron demostrando que España vivía inmersa en ella desde finales de julio. Es más, durante el mes de septiembre aún insistía Simón en que parecía que los datos mostraban una cierta estabilidad. Esto ocurría el 10 de septiembre: «En los últimos días parece que hay una desaceleración y podríamos estar incluso ante una estabilización», para seguir once días más tarde apuntando que la segunda ola no sería tan grande como la primera.

Volvió a repetir esta predicción el 29 de diciembre. Hoy los datos de transmisión comunitaria son más que evidentes, con más de cinco comunidades por encima de los 700 casos por cada 100.000 habitantes. Alemania ha parado con una incidencia por debajo de 250 casos.

FERNANDO SIMÓN, LOS VIAJES Y LA TRANSMISIÓN

«La transmisión no está asociada ahora mismo a los viajes», decía el 9 de diciembre Fernando Simón en la rueda de prensa de rigor. Hablaba entonces de que «los casos importados suponen una proporción muy pequeña de la suma total de casos detectados«. Hoy, la cepa británica, que ha llegado en el aire según estas teorías de Simón, se muestra claramente como dominantes, agresiva y, según el punto de origen, más letal.

Se demostró con la relajación de las restricciones de movilidad en cada uno de los valles de incidencia de la pandemia, y muy especialmente con la Navidad. Los viajes, en cuanto a movilidad, siempre son una opción más que probable de transmisión. De ahí que los médicos insistan y clamen por un confinamiento domiciliario ya.

LAS RESIDENCIAS: ¿AISLAR O NO AISLAR?

En noviembre de 2020, en el programa de Jesús Cintora en TVE, Las cosas claras, Fernando Simón se mantenía firme su oposición a aislar a los mayores y personas con discapacidad de las residencias y centros sociosanitarios. «Los mayores no pueden estar aislados», defendía director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Cuando la incidencia comenzó a subir en estos segmentos poblacionales, Simón decía esto: «Las residencias, por muy protegidas que estén, no son islas, hay trabajadores y residentes que entran y salen, hay visitas, en algún momento tenía que haber casos, pero se ha ido controlando bastante bien». Ahora parece que las residencias vuelven a ser el foco de gran parte de la mortalidad asociada al coronavirus y la nueva cepa británica.

EL FOCO DE CONTAGIOS SEGÚN FERNANDO SIMÓN: DE LAS SUPERFICIES A LOS AEROSOLES

«No hay evidencias sólidas de que haya habido transmisión probada por aerosoles en medios sociales normales«, dijo Simón al inicio de la pandemia siguiendo las directrices de la OMS. Ya por aquel entonces numerosas investigaciones apuntaban a que no eran solo las superficies de contacto el foco mayoritario de los contagios sino los aerosoles. Hasta casi la llegada de la segunda ola el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias no admitiría el decisivo papel de los aerosoles en la propagación de la infección.