Exteriores se obsesionó en 2020 con Mauritania y les regaló más de cinco millones de euros

España da mucho dinero a países extranjeros. Pero hay uno por el que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que depende del Ministerio de Exteriores, tiene especial fijación. Los motivos pueden ser varios, pero lo cierto es que España ha regalado a lo largo de 2020 a Mauritania más de cinco millones de euros en forma de subvención para diferentes menesteres. Desde pagar para fomentar el respeto mediambiental y la pesca artesanal en Nuabidú (la segunda ciudad más importante del país) a integrar a menores vulnerables a través del deporte. Las motivaciones de las subvenciones son loables, pero faltan explicaciones claras de por qué se dona ha donado tanto dinero a este país y no a otros. O simplemente por qué no se destina el dinero a otros asuntos. Fuentes cercanas al ministerio consultadas por MONCLOA.COM apuntan a un solo objetivo: controlar la inmigración.

Ya salimos al paso en este medio relatando que en los cuatro últimos meses de 2020, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo donó una buena cantidad de dinero a otros países para, por ejemplo, promover los derechos LGTBI en Haití. Sin embargo, si se analiza de forma más pormenorizada los países a los que la ministra de Exteriores, Arantxa González Laya, ha destinado más dinero, Mauritania se lleva la palma. El país africano ha percibido en 2020 en forma de subvenciones directas más de cinco millones de euros procedentes de las arcas públicas. Algunas más cuestionables y otras muy loables, pero todas con una justificación, según relatan las fuentes consultadas por este medio: controlar la inmigración procedente de este país.

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El 28 de agosto del año anterior, Exteriores aprobó una partida de «medicamentos-farmacia» de 100.000 euros con destino a Mauritania. Ayuda humanitaria poco reprochable. Un mes antes, el Gobierno ya había aprobado el gasto de 1.412.040 euros para comprar pescado que iría directo a las lonjas del país africano. Mientras se aprobaba esta partida millonaria, Laya también destinó ese 28 de julio otros 962.600 euros para la integración de «menores vulnerables a través de la formación y el deporte». Y esto es solo la punta de iceberg, porque el 2020 fue un año en el que Exteriores se ha volcado sobremanera con este país.

También en agosto del año anterior, Laya se dejó nada menos que 1.894.031 euros en subvencionar de forma directa la «Convocatoria Instrumental Mauritania 2020 Fase III Pacto de los Alcaldes». Este pacto busca que el país africano se convierta en eco-friendly, básicamente, adquiriendo cierto nivel de conciencia con respecto al cambio climático y asumiendo algunas medidas impuestas o propuestas desde la Unión Europea. También ese mismo mes de verano se destinaron 195.275 euros para formación médica especializada en el país; además de otros 104.725 euros que se pagarían a profesionales de la medicina españoles para que formaran a médicos mauritanos. Todo en agosto.

A estos gastos hay que añadir los 523.949,14 euros públicos que se han destinado a fomentar la conciencia medioambiental de los mauritanos, así como a subvencionar de forma directa la pesca artesanal en Nuabidú, la segunda ciudad más importante de Mauritania. Todo ello deja entrever que los españoles hemos destinado al país vecino 5.193.620,14 euros en 2020. Sobre la idoneidad o necesidad de estas subvenciones directas nadie ha cuestionado nada, sí, en cambio, sobre la motivación que hay detrás de estas ayudas públicas que se dan a un país africano en concreto.

¿CONTROL DE LA INMIGRACIÓN?

Las fuentes consultadas por este medio hablan de que tras estas subvenciones no hay un sentido fraternal de España hacia Mauritania. Las motivaciones son mucho más profundas y poco elegantes. El hecho de subvencionar de forma directa la pesca artesanal en este país africano busca que los habitantes de la región puedan encontrar un modo de subsistencia que evite que tengan que echarse al mar para buscar mejores oportunidades en otros países. Que los miembros de la UE mediterráneos tienen un problema con la presión migratoria africana es una realidad. Y este dinero lo que busca es mejorar la calidad de vida en estos países para evitar precisamente lo que está ocurriendo ahora mismo en Canarias, por ejemplo.

El problema en este punto es que no necesariamente se puede especificar que estos fondos se destinan de forma oculta a controlar la inmigración. Hay otros gastos que no despiertan discusión. Todo lo que tiene que ver con asistencia sanitaria o el envío de medicamentos a regiones que tienen un problema con su sistema de salud apenas levanta críticas entre los políticos, a excepción de Vox. Sin embargo, hay otras partidas que sí que llaman la atención, como la de la integración de jóvenes a través del deporte, a la que España ha destinado más de un millón de euros.

Todo pueden ser motivos que ayuden a cohesionar el país y frenar la necesidad de salir del mismo para buscar una vida mejor. Esto es, si los jóvenes tienen un nivel de integración social más elevado, se supone sobre el papel que tendrán menos necesidad de salir del continente para encontrar otro modo de vida en Europa. Lo mismo con otros supuestos, como es la pesca artesanal y la sensibilización con el medio ambiente.

Este último punto, el ser ecológicos y llevar a cabo una política verde, también es una obsesión para la ministra de Exteriores. El Pacto de Alcaldes, que también se ha celebrado en ciudades importantes españolas como Murcia, ha llegado a Mauritania con 1.894.031 euros bajo el brazo.

REGALOS TAMBIÉN A MARRUECOS

El Gobierno sigue adelante con su plan para regalar una buena cantidad de todoterrenos al Ministerio del Interior de Marruecos. En un principio, el acuerdo al que llegó España con el país africano era por 130 vehículos 4×4 con rejilla, sin embargo, el Gobierno ha decidido ampliarlo y regalarle otros 20 todoterrenos Volkswagen Touareg de 259 CV de última generación además de otros 18 camiones con tracción total. En total, el dinero que se va a gastar España en comprarle coches de lujo a Marruecos es superior a los ocho millones de euros, una cantidad considerable, ya que el importe de cada uno de los 130 todoterrenos con rejilla (que aún no se conoce marca y modelo porque ninguna empresa de las que se ha presentado cumple los requisitos) es de más de 60.000 euros, con rebaja.

El Ejecutivo sigue dando pasos en este polémico contrato. En total son tres lotes, de los cuales se han cerrado dos de ellos. El primero de esos lotes es el de 20 todoterrenos automáticos, uno que no se contemplaba en el anterior contrato que reflejaba los 130 vehículos con tracción total. Dentro de este primer lote, ya se sabe la marca y modelo de los coches, y los elegidos por el Gobierno para regalárselos al Ministerio del Interior de Marruecos son los Volkswagen Touareg de gasóleo de 259 CV de potencia. Por supuesto, con tracción a las cuatro ruedas. Y los entregará la Centrale Automobile Chérifienne por un precio de 1.100.000,00 euros.