La población residente en España aumentó en 18.953 personas en la primera mitad de 2020 y se situó en 47.351.567 habitantes a 1 de julio del año pasado, según los datos que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho públicos este jueves. Se trata de «valor máximo de la serie histórica».
Para realizar este estudio, el INE ha sufrido, también, las consecuencias de la pandemia, tal y como señala el organismo. En primer lugar debido al aumento de la mortalidad, además del hecho de que las restricciones de movilidad han supuesto una reducción de los flujos migratorios.
Del mismo modo, las estadísticas se han visto afectadas por la gestión padronal por parte de los ayuntamientos, ya que, por el Covid-19, estas administraciones no pudieron trabajar con normalidad y porque los plazos administrativos sobre caducidad y comprobación de residencia de extranjeros se ampliaron.
Aún así, el INE ha presentado unos datos que muestran un aumento de la población, a pesar del saldo vegetativo negativo de 94.057 personas registrado en los seis primeros meses de 2020. En este periodo, se han contabilizado 167.559 nacimientos, frente a 261.616 defunciones.
AUMENTA EN MÁS DE 99.000 LA POBLACIÓN EXTRANJERA
Lo que ha compensado esta cifra, explica el INE, ha sido el saldo migratorio positivo de 113.856 personas. En los seis primeros meses de 2020 se registraron 245.301 inmigraciones procedentes del extranjero, mientras que se contabilizaron 131.445 emigraciones con destino al extranjero.
En cuanto a las migraciones, los datos destacan que la cifra registrada supone una reducción del 29,9% de las llegadas con respecto al mismo periodo del año anterior. Del mismo modo, precisa que, del total de migrantes procedentes del extranjero, 221.395 tenían nacionalidad extranjera (un 90,3%), mientras que 23.906 eran españoles (un 9,7%).
En este sentido, precisa que la llegada de españoles no consiste en una inmigración de retorno, sino de personas con nacionalidad española nacidas en el extranjero. De hecho, apunta el Instituto, solamente 9.299 personas de las 23.906 que inmigraron habían nacido en España.
En cuanto a las emigraciones, se han contabilizado 90.547 salidas en los seis primeros meses de 2020. Estas también suponen una reducción, de un 4,3%, con respecto a las registradas un año antes. En este caso, las emigraciones fueron protagonizadas por extranjeros (68,9%) y 40.898 por españoles (31,1%).
COLOMBIA, VENEZUELA Y MARRUECOS
Con este escenario, el INE recoge que la población extranjera en España ha crecido, en 99.183 personas, y suma, a 1 de julio de 2020, un total de 5.326.089 habitantes –580.788 de ellos nacidos en España–. Por el contrario, la población de nacionalidad española se ha reducido en 80.230 personas, situándose en algo más de 42 millones de personas.
Entre las principales nacionalidades, los mayores incrementos se dieron en la población colombiana (27.931 personas más), venezolana (17.043 más) y marroquí (10.968 más). Y los mayores descensos en la de Rumanía (-3.001), Ecuador (-2.203) y Bulgaria (-542).
Por otra parte, y términos de crecimiento de población en general, el INE señala que, por comunidades autónomas, los mayores incrementos en términos relativos se dieron en Baleares (0,37%), Canarias (0,33%) y Región de Murcia (0,28%); mientras que los mayores descensos se dieron en Castilla y León (-0,42%), Principado de Asturias (-0,34%) y Extremadura (-0,25%).