Cae una banda con empleados del aeropuerto de Barajas que metía cocaína en maletas

La Policía Nacional y la Guardia Civil, y en el marco de la ‘Operación Suela-Collection’ han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, en la que se ha detenido a un total de 23 personas, la mayoría trabajadores o exempleados del aeropuerto de Barajas, y se han incautado más de 200 kilos de cocaína de gran pureza.

Así lo han explicado en rueda de prensa este mediodía el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco; el jefe superior de la Policía de Madrid, Jorge Manuel Marti; el general jefe de la I Zona de la Guardia Civil, José Antonio Berrocal; Gabriel Sánchez, jefe de la Sección de Estupefacientes de la Brigada Provincial de la Policía Judicial; Rubén Rincón, jefe de Policía Judicial de la Comandancia Madrid.

Según el relato de los hechos, a principios de 2019 tuvo lugar una aprehensión de dos mochilas cargadas con 45 kilos de cocaína que fueron arrojadas por una persona debajo de unos vehículos estacionados en plataforma. La investigación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles culminó con la detención de un hombre que trabajaba en el aeropuerto.

La investigación continuó su curso hasta abril de 2019, fecha que marca la deriva del operativo. Tras la llegada de un vuelo procedente del aeropuerto internacional Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, los agentes sorprendieron en las pistas a un individuo que trabajaba en el aeropuerto. Al verse sorprendido abandonó su equipaje, en concreto, dos mochilas con 47 kilos de cocaína.

ESTUDIO EXHAUSTIVO

El estudio exhaustivo aportó datos suficientes para poner en alerta a la DEA estadounidense y a la NCA británica, que permitió identificar a dos individuos que habían huido de España, colaboradores del detenido en nuestro país y que llevó a desmantelar el entramado de los envíos desde Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.

En esta localidad se logró detener a 11 personas, la mayoría de ellos empleados en el aeropuerto sudamericano. A partir de ese momento, los miembros de la organización cambiaron de estrategia, articulando un ‘modus operandi’ más complejo para extraer la droga que ocultaban en la bodega de las aeronaves y utilizando para ello el servicio de limpieza.

Los investigadores descubrieron que el responsable de este operativo era el conductor de los vehículos de la lavandería que ocultaba la droga entre la ropa sucia, participando también otros miembros en las tareas de protección, cobertura y seguridad dentro del aeropuerto.

En enero de 2020 los investigadores lograron una detención. Los agentes vigilaban un equipaje que no se correspondía con ningún pasajero.

La mochila fue retirada por un trabajador aeroportuario, que contaba con la colaboración de dos personas más, también empleados del aeropuerto madrileño y que pretendían sacar 37 kilos de cocaína. La sustancia estupefaciente estaba totalmente controlada desde la bodega del avión hasta el punto de entrega final.

En febrero del 2020 el conductor, tras abandonar las instalaciones se dirigió a la localidad de Getafe donde al verse sorprendido emprendió una huida precipitada siendo detenido finalmente tras intentar atropellar a los agentes embistiendo los vehículos policiales. El registro del camión dio lugar al hallazgo de dos mochilas que contenían 66 kilogramos de cocaína de gran pureza.

Por otro lado, las investigaciones desarrolladas sobre este entramado permitieron identificar y detener a otros dos trabajadores más en Madrid, así como también la detención del individuo que pretendía recoger la mercancía, una mochila con 22 kilos de cocaína.

La última fase del operativo ha sido mucho más compleja ya que la organización cambió su método de introducción de la droga, ha informado los responsables policiales. Para ello había diseñado un complejo plan para sacar la drogad del aeropuerto, ya que era extraída por los trabajadores de las bodegas de los aviones siempre de vuelos procedentes de Sudamérica, oculta entre las mantas sucias.

TENÍA UN SISTEMA DE VEHÍCULOS LANZADERA

El grupo había elaborado un complicado sistema utilizando vehículos lanzadera, que alertaban al conductor que portaba la mercancía de la presencia de automóviles policiales.

Cuando los agentes procedieron a dar el alto al camión que portaba la mercancía, el conductor emprendió una precipitada huida, embistiendo los vehículos policiales, logrando detenerlo en la M-40 a la altura de Getafe e interceptando 66 kilos de cocaína de gran pureza. Uno de los policías resultó herido en un dedo.

En noviembre de 2020, se practicaron las últimas detenciones de personas que pertenecían a una empresa de limpieza que prestaban servicio en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Los detenidos en España son 11 hombres y una mujer. Diez de ellos trabajaban en el aeródromo matritense.

Son de origen dominicano, colombiano, argentino y español y tienen edades comprendidas entre los 25 y los 60 años. Se les imputan delitos contra la salud pública, por tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Tras ser puestos a disposición de la autoridad judicial competente, se decretó el ingreso en prisión de los principales investigados.

El delegado del Gobierno ha agradecido la labor de la Policía Nacional y Guardia Civil para introducir en España y en Madrid grandes cantidades de cocaína a través del aeropuerto. «Es una más de las muchas operaciones que desarrollan en el día a día y que pasan de desapercibidas, que representan lo mejor de nuestras FCSE», ha apuntado. CONTROL A LOS TRABAJADORES DEL AEROPUERTO

Por su parte, el jefe superior de la Policía ha indicado, a preguntas de los periodistas, que entre los trabajadores del aeropuerto detenidos habría que mirar cuáles están entre los de transporte, distribución, recogida de maletas y otros. «Por eso no se define muy bien el rol que tiene cada uno. Esto es una investigación muy compleja porque en las fases que tiene se comprueba el perfeccionamiento del método por parte de los delincuentes y nos hace muy complejo investigarles», ha reconocido.

Según ha explicado, en Barajas trabajan actualmente 40.000 empleados del aeropuerto y las FCSE llevan un control exhaustivo porque es un punto estratégico del Estado. Lo que ocurre es que hay mucha movilidad de contratos temporales. «En los aeropuertos y fronteras nacen muchas ambiciones y muchas ansias de delinquir en muchas gentes», ha señalado.

Por su parte, el coronel de la Guardia Civil ha remarcado que esta operación se da por cerrada pero este tipo de delitos son como «las setas en época de lluvia, que vuelvan a salir», por lo que ya están investigando otras posibles bandas. «En un sitio muy goloso Barajas como vía de entrada. Continuamente hay operativos abiertos», ha indicado.

Los responsables del operativo policía también han desvelado que los miembros de la banda cobraban 60.000 euros por ‘rescatar’ cada maleta con droga, «un negocio muy lucrativo por hacer su trabajo de otra manera». «En vez de dejar esas maletas marcadas en la cinta, la metían en una furgoneta y salía por otro circuito», ha detallado.

También han explicado que la organización criminal, una vez lograba introducir a un miembro de la organización en Barajas, éste ya captaba a otros para las labores delictivas, «captando a trabajadores de diferentes empresas para darles mayores posibilidades». Y contando para ello con personas sin antecedentes, requisito indispensable para que cualquier trabajador pueda conseguir la tarjeta aeroportuaria para entrar a espacios restringidos de Barajas.