Las Fuerzas Armadas dan ya por cerrada la crisis generada por el proceso de vacunación contra el Covid-19 con la dimisión del que fuera Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general del Aire Miguel Ángel Villarroya, y descartan que la polémica tenga más consecuencias.
Distintas fuentes militares han subrayado que el general Villarroya, con su decisión de solicitar su cese al frente de la cúpula militar, asumió toda la responsabilidad que pudiera haber recaído también sobre alguno de sus subordinados.
La polémica surgió al salir a la luz que el propio JEMAD había sido vacunado contra el Covid-19, ante lo que la ministra de Defensa, Margarita Robles, decidió pedirle explicaciones, que acabaron con su petición de cese tan solo un día después.
Aunque también fueron vacunados otros altos mandos militares del Estado Mayor de la Defensa, fuentes militares consideran que el general Villarroya ya asumió toda la responsabilidad como JEMAD y respondió tanto por su actuación como por la de sus subordinados.
En cualquier caso, en su carta anunciando su dimisión, el general Villarroya aseguró irse «con la conciencia tranquila» y convencido de haber seguido los protocolos previstos, aunque daba un paso atrás con el objetivo de no dañar la imagen de las Fuerzas Armadas.
Fuentes del EMAD explicaron que habían seguido las instrucciones recibidas para la aplicación de la vacuna contra el Covid-19 y su orden de prioridades: personal sanitario, militares que van a participar en misiones internacionales y, por último, la estructura de mando siguiendo un criterio de edad.
Sin embargo, la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce, sostuvo esta semana en una comparecencia en el Congreso que el protocolo, del que ella es la responsable política, «única y exclusivamente» ordenaba la vacunación de todo el personal sanitario militar.
POSIBILIDAD DE CAMBIOS
Este jueves tomó posesión como nuevo JEMAD el almirante general Teodoro López Calderón, quien hasta ahora ocupaba el puesto de Jefe de Estado Mayor de la Armada. Esto hace que la ministra tenga que designar un nuevo jefe de la Armada y abre la puerta a que pueda relevar también a los jefes del Ejército de Tierra y del Aire, que llevan en el cargo desde que en el año 2017 fueron nombrados por la ministra del PP María Dolores de Cospedal.
Fuentes militares tampoco descartan que el almirante López Calderón pueda realizar algún cambio dentro de los puestos de responsabilidad dentro del EMAD, pero con el objetivo de formar su propio equipo y sin ninguna vinculación con la crisis de las vacunas.