No, la app danesa para dar consentimiento sexual no le gusta a nadie

Desde que se viralizase hace unos días la noticia de que en Dinamarca han creado una app para ‘decir sí’, llamado iConsent, las reacciones no han tardado en llegar. Se trata verdaderamente de una forma bastante distinta de hacer las cosas: generar a través de una confirmación en esta aplicación de móvil un contrato de 24 horas por el que dos personas dan su consentimiento sexual para tener relaciones. Pese a que la app ha surgido en contexto de una nueva ley aprobada en el país escandinavo, a nadie le gusta la idea: ni a sus políticos, ni a los periodistas norteños, ni a los expertos.

El pasado diciembre, el Parlamento de Dinamarca aprobó una ley similar a la del 2018 en Suecia, por la que hacen el consentimiento explícito obligatorio para que una relación sexual no se considere violación. La ley, parecida también a la del ‘sólo sí es sí’ que prepara Irene Montero en España, ha hecho pensar a los creadores de esta app, llamada iConsent, que nada mejor que su herramienta para dejar constancia de ese ‘sí’. Pero la idea, por desgracia para los desarrolladores, no ha calado.

Después de que la noticia de la existencia de esta aplicación generara un debate en todo el país, el rechazo ha sido prácticamente unánime. El periódico Politiken, uno de los más importantes del país, aseguró que creyeron que la app era una especie de «reacción sarcástica» ante la ley, para luego descubrir que sus creadores van en serio.

Por otra parte, el diario Berlingske, publicaba: «Finalmente está aquí», «la aplicación que hace que el sexo sea tan poco sexy como una conferencia de prensa sobre el coronavirus».

Frente a lo que la app presume de ser su mayor ventaja, la creación de un documento que podría ser usado más tarde en un juzgado de producirse un abuso, algunos abogados han rechazado que este sea realmente útil. El contrato, que duraría unas 24 horas, no tendría mucho sentido ya que pueden pasar muchas cosas en este periodo de tiempo, explican.

«NO ES LA SOLUCIÓN» PARA GARANTIZAR EL CONSENTIMIENTO SEXUAL

La app tampoco ha causado simpatía ninguna por parte de las mujeres y políticas danesas. La jefa nacional de la organización dedicada a la educación sexual Sex and Society, Lene Stavngaard, ha dicho que la aplicación «definitivamente no es la solución para asegurar el consentimiento». «Una relación sexual no se trata de un contrato, por lo que [la app] dispara de forma completamente errónea en relación con las necesidades que existen», dijo Stavngaard.

La misma experta ha dicho que «está claro» que la app ha sido diseñada por alguien que no entiende en qué consiste realmente el concepto de consentimiento sexual explícito. “Está muy claro que la aplicación fue desarrollada por alguien que no tiene un enfoque profesional de género, cuerpo o sexualidad, pero que tampoco ha escuchado lo que se discutió en el debate sobre el consentimiento, porque volvemos un poco al paso uno con – ¿El consentimiento es un contrato o no?». «De hecho, creo que es un poco absurdo», dijo.

Paralelamente, el sexólogo Jesper Bay-Hansen aseguró para la radio danesa que volcarse en una app arriesgaba empobrecer las habilidades necesarias «para leer a otros sexualmente».

¿ADELANTADA A SU TIEMPO?

La sociedad danesa ha visto así, en general, esta app totalmente propia de un giro de guion de un capítulo de ‘Black Mirror’, y un completo sinsentido. El profesor Mikkel Flyverbom, de la Copenhagen Business School, y miembro del Consejo de Ética de Datos danés, ha asegurado que la app contenía un gran ejemplo de la «inocente creencia en la tecnología» de las sociedades modernas. Critica que esta perpetúa una «triste visión» que reduce a los seres humanos a meros botones y datos.

Frente a la oleada de críticas, uno de los desarrolladores de la app, Carsten Nielsen, argumentó que la app está adelantada a su tiempo: «De forma aislada también es extraño que tengamos que ponernos un condón. De manera aislada, también sería extraño si el condón se inventara hoy. Pero a la inversa, es una idea bastante buena. Así que sí, de acuerdo. Es controvertido, y tal vez sea extraño. Pero tal vez ya se sienta más normal dentro de un año», dijo Nielsen en la radio.