El portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, Javier Arranz, ha destacado este miércoles que la comunidad está «en buena línea», dado que ha disminuido la incidencia acumulada de la COVID-19 en los últimos días, pero ha advertido que «quedan días» para que mejore la situación en los hospitales.
«Estamos seguros de que las restricciones duras están dando unos buenos resultados y están bajando los casos, pero estamos en líneas muy elevadas, sobre todo en la situación hospitalaria», ha explicado Arranz en una rueda de prensa, a la vez que ha añadido que «quedan muchos días para que la situación en los hospitales sea buena o tranquilizadora».
En Baleares, la incidencia acumulada es de 509 casos por 100.000 habitantes y la tasa de positividad es del 6,11%. Por islas, en Mallorca la incidencia es de 273 casos por 100.000 habitantes, en Menorca es de 365 casos, en Ibiza es de 1.911 casos y en Formentera es de 883. Respecto a la ocupación de camas UCI, en estos momentos se sitúa en el 69%.
Así, Arranz ha resaltado que en todas las islas la incidencia baja «de forma importante», sobre todo en Mallorca. No obstante, el portavoz ha apuntado que en los últimos días en Mallorca se ha ralentizado un poco esta bajada y que en Menorca «es más lenta». En el caso de Ibiza, la isla también está en una situación de bajada, pero esta ha comenzado hace menos días y parte de incidencias muy elevadas, mientras que en Formentera hay pocos casos.
Finalmente, Arranz ha considerado que se puede plantear una relajación de las restricciones pero que se debería hacer de una forma muy lenta. «Las medidas deben durar tiempo porque eso permitirá que bajen los casos en las UCI», ha añadido.