Dimite la gerente de AtenciĆ³n Primaria de Cantabria

La gerente de AtenciĆ³n Primaria del Servicio CĆ”ntabro de Salud (SCS), Alicia GĆ³mez, ha presentado su renuncia al cargo apenas una semana despuĆ©s de haber defendido pĆŗblicamente la actuaciĆ³n de la directora mĆ©dica de AtenciĆ³n Primaria, Beatriz Josa, por vacunar a su madre contra el coronavirus cuando la campaƱa se dirigĆ­a a sanitarios del servicio de emergencias del 061.

SegĆŗn han confirmado fuentes de la ConsejerĆ­a de Sanidad, GĆ³mez ha presentado la renuncia, si bien, por ahora, se mantiene como gerente.

La gerente de AtenciĆ³n Primaria del SCS ha presentado su renuncia justo una semana despuĆ©s de que Josa presentara la suya tras salir a la luz pĆŗblica la vacunaciĆ³n a su madre.

De hecho, en un primer momento, GĆ³mez no aceptĆ³ la dimisiĆ³n de Josa — Ā«Primero dimito yoĀ», dijo–, si bien la ConsejerĆ­a tuvo que aceptarla finalmente al ser Ć©sta Ā«irrevocableĀ».

GĆ³mez defendiĆ³ a su subordinada y opinĆ³ que Ā«mĆ”s Ć©ticoĀ» no habĆ­a podido serĀ» lo que hizo, destacando, ademĆ”s, que se habĆ­a actuado Ā«con total transparenciaĀ».

SegĆŗn su versiĆ³n, para vacunar a los sanitarios del 061 se mandaron al centro de salud de Nueva MontaƱa de Santander, donde tiene su sede este servicio, los viales con las dosis necesarias, conforme a la relaciĆ³n de trabajadores pedida y remitida previamente.

AsĆ­, aunque los viales coincidĆ­an con el nĆŗmero de empleados del listado, sobraron Ā«dos dosisĀ», de las que dio cuenta la coordinadora, asĆ­ como tambiĆ©n de que no encontraba en el centro -que asimismo alberga la LĆ­nea 900 de informaciĆ³n Covid- a Ā«nadieĀ» sin inmunizar. Ā«Todo el mundoĀ» se habĆ­a puesto ya la vacuna, indicĆ³.

Ante esto, y teniendo en cuenta que el suero solo se puede administrar en las seis horas siguientes a su descongelaciĆ³n, la coordinadora llamĆ³ a la directora mĆ©dica, ya que a ella no se le ocurrĆ­a a quiĆ©n poner las dosis sobrantes.

De este modo, Beatriz Josa planteĆ³ la posibilidad de administrar la vacuna a su madre, de 87 aƱos, y tuvo que Ā«dar mil vueltasĀ» para que alguien acercara a la mujer al centro, extremo que finalmente llevĆ³ a cabo un familiar.