La familia Iglesias-Montero no gana para sobresaltos. Ahora que las papeletas judiciales del vicepresidente del Gobierno parecen resolverse, salta la liebre sobre la niñera de la menor de sus hijos. Recordemos que los dirigentes de Unidas Podemos tuvieron dos mellizos previamente a la niña que llegó apenas un año después. Tener tres hijos pequeños y compatibilizar dos carteras ministeriales, una vicepresidencia y el liderazgo de un partido político. Esta es la vida que han elegido Pablo Iglesias e Irene Montero. Conciliar esto con una vida familiar se antoja imposible, ¿verdad? De ahí que hayan recurrido a la ‘contratación’ de una niñera a modo de canguro que les alivie en la atención de sus cargas familiares.
De otra forma, Iglesias no tendría tanto tiempo para ver y recomendar series a los políticos de la oposición. Tal y como ha desvelado El Confidencial, recogiendo parte de la declaración de la ex responsable de Cumplimiento Normativo de Unidas Podemos, Mónica Carmona ha enviado al juez de Madrid que investiga al partido morado un escrito detallando las supuesta irregularidades que tenía registradas hasta su despido en diciembre de 2019.
Entre ellos, la supuesta utilización de una empleada del partido y alto cargo en el Ministerio de Igualdad como niñera de al menos uno de los hijos de la pareja. Al parecer, ha sido ‘cazada’, según este medio, durante uno de los actos en 2019 en Alicante, haciéndose cargo de la niña mientras Irene Montero daba un discurso. ¿Quién es la canguro de Iglesias y Montero? ¿Recibe un sueldo público? ¿Le pagarán los políticos el extra por los cuidados o serán parte de sus estipendios en el Ministerio de Igualdad? Fuentes de la formación ‘morada’ han asegurado que es «absolutamente falso» que Montero usara a Arévalo como niñera.
ASÍ ES MARIA TERESA ARÉVALO, LA NIÑERA DE IGLESIAS Y MONTERO
Esta albaceteña, fue diputada por Podemos-En Comú Podem-En Marea en la pasada legislatura, hasta que la debacle electoral del 28-A le dejó sin acta. Ha formado parte del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, el máximo órgano del partido ‘morado’. Allí también están asegurados Pablo Echenique, Juanma del Olmo, Isabel Serra, Alberto Rodríguez y Jaume Asens, entre otros afines indiscutibles al dúo Iglesias-Montero.
Consta que conoció al núcleo de Unidas Podemos en su paso o contacto, no explicitado, por la Facultad de Ciencias Políticas. Desde entonces parece que se ha movido bien por los resortes del poder interno.
Según el portal de Transparencia de Podemos, a pesar de sus respectivos cargos en la formación, hasta 2016 no habría recibido sueldo alguno. En su declaración pública no consta ningún cargo en la empresa privada, pero sí hay un préstamo mercantil de 44.000 euros, de los cuales en 2017 aún debía 33.000 euros. Para entonces, ya cobraba los casi 3000 euros como diputada en Cortes, aunque declare la donación -que beneficia a efectos fiscales-, de casi la mitad de su sueldo.
DE ASISTENTE DEL GRUPO PARLAMENTARIO A ADJUNTA DE MONTERO
Después de conseguir un escaño en 2016, desempeñó algunos cargos en vocalías, hasta que Irene Montero la nombró jefa de su gabinete. Según apunta el escrito remitido al juez del caso Neurona, al nacer en agosto la menor de la pareja se habría hecho cargo entonces de la pequeña en la campaña en calidad de niñera, tal y como atestiguarían las imágenes de El Confidencial. Con la llegada al Gobierno en enero de 2020 de Iglesias y Montero, esta la promovió a la Secretaría de Políticas de Cuidados, cargo que la catapultaba a la Ejecutiva morada. También recibió un puesto en el Ministerio de Igualdad en calidad de jefa de gabinete adjunta.
Estos puestos de confianza del político parecen un auténtico coladero de dedazos y modos de saldar cuentas debidas. Así, en este nuevo cargo sumaría algo más de 50.000 euros brutos anuales. Por supuesto, Podemos no ha actualizado la ficha de la política-niñera para recoger estos datos.
¿Está utilizando Montero (y permitiendo Iglesias) a un cargo público de su confianza cuyas funciones en el departamento no son claras, para un beneficio personal? Incluso si la propia afectada saliera a negar las acusaciones y explicara que se trata de un favor y no de un servicio prestado, o que es un servicio prestado de forma privada, deberían unos y otros justificar o aclarar este punto.
Porque no es la primera vez que Montero es acusada de utilizar los recursos públicos que se le facilitan por su cargo como ministra para provecho personal. En noviembre de 2019, una de las escoltas que les protegen en La Navata la denunció por obligarla, según la versión de la denunciante, a hacer recados personales para la política. Iglesias y Montero resolvieron el tema llegando a un acuerdo de pago de indemnización (60.000 euros), para evitar el juicio.