Sopa castellana o de ajo: una receta barata para gozar un día de frío

La sopa de ajo es uno de esos platos que tu mente, y tu estómago, identifica rápidamente con el frío. Y qué mejor momento tras abandonar el calor que zamparse un plato así en estos días tan fríos y lluviosos de otoño. Cuando más apetecen las sopas calientes es en las noches de otoño e invierno en las que el frío aprieta. A diferencia de otras sopas, la de ajo requiere de muy pocos ingredientes para su elaboración, la mayoría, básicos (pan, agua, ajos, huevos). Ni siquiera lleva pasta. Sienta de maravilla y como receta de aprovechamiento, es la mar de económica. Hoy te descubrimos todos los secretos para que puedas elaborar la receta de sopa de ajo y recordar los aromas de la cocina de la abuela.

Como receta, lo tiene todo: sale barata, ya que aprovechas el pan duro o endurecido de los días anteriores, y aunque puedes utilizar caldo de pollo, con el propio agua y buenos ajos, tendrás una sopa calentita que entra sola, sin grasa ninguna. Aprende aquí cómo hacer la sopa de ajo tradicional y cómo aderezarla sin que pierda su esencia.

Los ingredientes

Sopa de ajo

Son los más sencillos y económicos. Por un lado, el agua del grifo, no tiene por qué ser agua embotellada. Piensa que va a hervir. A mayores, unos ajos que estén tiernos. En este tipo de recetas, no hay un tipo más recomendable que otro. Aunque si quieres evitar que repita y se haga más pesada, quita el corazón del ajo. El aceite de oliva, siempre virgen extra, y un poco de sal. En cuanto al pan, se suele hacer con pan duro, pero puede utilizarse cualquier tipo y estado. Por último, el pimentón, que será siempre ocal o dulce para evitar que pique.

  • 8 ó 10 dientes de ajo
  • 250 gr de pan duro
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal