No es que hayan llegado a Madrid a evitar que España «les robe». Más bien, parece que han venido al Congreso de los Diputados para cobrar su parte del pastel, que en 2021 es de cerca de cuatro millones de euros. Tanto ERC, como Junts per Catalunya como la CUP han aceptado de buena gana la subvención pública que les toca por el mero hecho de ser una formación política con representación en el Parlamento. Los de Gabriel Rufián y Oriol Junqueras se han llevado 1.959.817,53 euros públicos en 2021; los de Carles Puigdemont, 1.193.863,46 y la CUP, 469.434,30 euros. En total, 3.623.115,29 euros públicos que se han formalizado en la última semana de enero de este año y al que hay que sumar otro pico de los más de tres millones que cobrarán los partidos por gastos electorales y por seguridad de las formaciones.
Del «España nos roba» pasaron al «Madrid nos roba». Este eslogan independentista lo que buscaba era convencer a sus adeptos catalanes de que Cataluña aportaba más de lo que luego recibía del Estado. Básicamente, hacían referencia a que el porcentaje que aportaban a las arcas públicas todos los catalanes era mucho mayor del que recibían y construyeron un relato en torno a que si la región obtuviera todo lo que aportaba al «Estado español», Cataluña se convertiría en un territorio muchísimo más desarrollado y rico de lo que ya es. Luego las cifras desmintieron este relato, pero aún hay quien sostiene en la comunidad autónoma que España se queda parte de los esfuerzos de los catalanes.
Lo cierto es que ni Rufián ni Junqueras quieren volverse a su tierra. Prefieren, por el momento, coger el AVE a diario para acudir al Congreso y cobrar sus buenos salarios, que rondan los 80.000 euros brutos anuales, esto sin tener en cuenta primas del partido u otros ingresos adicionales por derechos de autor. Todo un chollo que hace que un portavoz del Congreso como Rufián se junte con alrededor de 5.000 euros netos al mes para criticar que España roba a los catalanes.
La partida que reciben los partidos independentistas de cerca de cuatro millones de euros es solo la correspondiente a 2021. Cada año, las formaciones políticas (todas), en base a su representación parlamentaria, reciben una buena cantidad de dinero público por ser una herramienta «trascendental», tal y como se ha reflejado en la justificación del pago en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Da igual que estemos en plena pandemia o que haya una guerra, lo cierto es que en estas circunstancias, ERC no ha renunciado a sus casi dos millones de euros públicos que les toca recibir este 2021. Y el año que viene llegará más de lo mismo. Vamos, todo un chollo para los independentistas.
Todos se han llevado una buena parte del pastel. De hecho, el Gobierno ha aprobado y formalizado el gasto público de casi 60 millones de euros para todos los partidos políticos a principios de este 2021. No se han rebajado ni un poquito la subvención a consecuencia de las circunstancias que atraviesa el país. A esto hay que añadirle el gasto de 1,8 millones de euros como «subvenciones por gastos electorales EL-2019 de 26 de mayo (cont. anticipo 90) a partidos políticos de acuerdo con el art. 133 de la Ley Orgánica 5/1985, del Régimen Electoral General» y otro ingreso de 2,7 millones para la seguridad de los partidos.
LOS 13 MILLONES
No es la primera vez que se invierte una millonada en las arcas de los partidos. Todos los años se hace y está reflejado en una ley de José Luis Rodríguez Zapatero a la que nadie dijo que no. Sin embargo, lo más «reprochable» es que las formaciones no han querido contraer lo más mínimo los ingresos de los partidos, ni cuando estalló la pandemia ni ahora, que estamos en plena tercera ola con los contagios disparados en todas y cada una de las comunidades autónomas.
Los partidos políticos también recibieron una cantidad ingente de dinero en función de su representación en el Congreso el año pasado. Tal y como se refleja en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 24 de abril de 2020, desde el Gobierno se han concedido más de 13 millones de euros que han ido a parar a las arcas de los partidos. Los mayoritarios han recibido la mayor parte del pastel. El PSOE ha cobrado 3.595.757,58 euros públicos; el PP, 2.928.615,90 euros; Vox, 2.018.671,11 euros y Unidas Podemos 1.216.096,47 euros. En total, solo los mayoritarios se han llevado casi 10 millones, y el resto ha ido a parar de partidos con menos representación en el Congreso, como los nacionalistas.
La maquinaria de los partidos políticos se engrasa con todo ese dinero que proviene de las arcas públicas. Cuanta más representación se obtenga en el Congreso tras las elecciones generales, mayor es el pastel. Sin embargo, el Gobierno ha decidido formalizar estas subvenciones que se conceden cada legislatura en plena pandemia. Concretamente, en abril de 2020, cuando España sigue inmersa en la crisis del coronavirus y no se contempla que salga de ella de forma provisional hasta finales de junio, siempre que las cifras de infectados acompañen.
Ese dinero destinado a la “financiación de los partidos” se concede de forma anual y en doce mensualidades. El PSOE o el PP cobrarán alrededor de tres millones de euros repartidos a lo largo del año. Y aunque es cierto que algunas formaciones han realizado donaciones con el objetivo de paliar las consecuencias del coronavirus, el importe que cobrarán del Estado es mucho mayor.