Vox ha registrado una iniciativa en el Congreso para tratar de obligar al Gobierno a vetar a Huawei y otras empresas chinas en los contratos para la red 5G española, dada las sospechas de «ciberespionaje» que pesan sobre el régimen comunista.
A su juicio, «la implantación de la tecnología 5G a nivel global es una oportunidad inmejorable para que cualquier potencia emergente intente ampliar su poder y capacidad económica a costa de la información y conocimiento de otros países».
Y, de igual modo, sostiene que «cualquier país que quiera mantener su independencia, soberanía, influencia, seguridad nacional e incluso la supervivencia de su propia industria, debe proteger a máximo sus telecomunicaciones, y por ende su red 5G».
Vox recuerda que sólo Huawei «controla ya casi medio centenar de contratos comerciales para la instalación de infraestructuras de 5G, más de la mitad en Europa, y ha suscrito acuerdos de colaboración con diversos operadores europeos.
Su temor es que, controlando las posibilidades que ofrece la tecnología 5G, «el régimen comunista chino gozaría de un poder omnímodo sobre las comunicaciones y, por tanto, sobre los países en los que su empresas tecnológicas operen y controlen la red 5G.
Hasta ahora, el Gobierno español asegura respaldar «una autonomía estratégica y una soberanía tecnológica y digital de la UE» y apuesta por «un acceso al mercado abierto, libre y justo.
Lo que propone Vox, para su debate y votación en la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de Seguridad Nacional, es instar al Gobierno a «llevar a cabo todas las acciones pertinentes para impedir la participación en la red española de 5G a cualquier proveedor tecnológico chino que se encuentre en los listados del departamento de Defensa y de Comercio de Estados Unidos o que sea sospechoso de estar bajo la influencia directa o indirecta de China».
Según recuerda Vox, además de Estados Unidos y el Reino Unido hay otros países como Australia, Nueva Zelanda, Japón e incluso Suecia que han bloqueado el acceso de Huawei o ZTE en sus redes 5G.