Gobierno Vasco se siente atado de manos en vísperas de Carnaval

El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha asegurado que el Gobierno Vasco se siente «atado de manos» por la decisión de TSJPV, en vísperas de Carnaval, de permitir la reapertura de bares y restaurantes que se encuentran en ‘zona roja’ por covid, y ha pedido «máxima responsabilidad» a la ciudadanía y a los responsables de hostelería de cara al próximo fin de semana.

Además, ha asegurado que la Comisión Asesora del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), que se reunirá el próximo viernes para analizar la situación epidemiológica, no adoptará el viernes ninguna medida que vaya en «contradicción» con el auto del alto Tribunal vasco.

En una entrevista concedida a Onda Cero, recogida por Europa Press, Erkoreka ha considerado que el TSJPV «se ha acogido a las tesis más intervencionistas» del Poder Judicial a la hora de dictar su resolución, y ha recordado que la decisión del Gobierno Vasco de cerrar la hostelería en localidades de alta incidencia de la covid-19 se ha basado en el criterio de «un amplio de personal especializado y científico», que conforma la comisión técnica del LABI.

«Y el Tribunal lo despacha con una referencia a lo que considera la mayor parte de los epidemiológicos, sin especificar ni quiénes y cuántos son los que sirven de fundamento a su decisión», ha apuntado.

De esta forma, se ha referido al argumento del TSJPV sobre que no se ha acreditado que la actual ola de contagio se haya generado por la hostelería tras la Navidad, sino que «una parte importante de los epidemiólogos» cree que los encuentros familiares y de amigos «pueden producir en torno al 80% de los contagios».

Josu Erkoreka ha dicho que, con esa referencia «genérica» a lo que opinan los epidemiólogos, el TSJPV «suplanta» la decisión adoptada por el Ejecutivo vasco «con el respaldo directo e inmediato de una comisión técnica integrada por personal especializado».

Según ha apuntado el vicelehendakari, existen estudios «municipio por municipio», en los que la relación «causa-efecto» entre el funcionamiento de los bares y restaurantes y el aumento de la incidencia de la epidemia, «se constata con bastante claridad». De esta forma, considera que está analizado estadísticamente en algunos municipios que disminuye la propagación del virus con el cierre de estos establecimientos.

«Es algo que está en la convicción de la inmensa mayoría de los países europeos, ya no hablo de las comunidades autónomas, que las que más o las que menos, han adoptado decisiones del mismo calibre», ha subrayado.

Por ello, cree que hay «un consenso en la comunidad científica europea» sobre que «hay un foco de riesgo en la hostelería». «Nuestros hábitos de utilización de los espacios de hostelería son poco recomendables y nos resistimos a apearnos de estos hábitos. Cuando llegamos a un establecimiento de hostelería, nos relajamos, nos quitamos la mascarilla, seguramente durante más tiempo del que debería estar permitido o del conveniente para poner coto a la transmisión del virus, y ese relajamiento está provocando una expansión del virus», ha manifestado.

UNA HERRAMIENTA MENOS

Josu Erkoreka ha recordado que no es la primera vez que se revocan medidas establecidas por el Gobierno Vasco. «Esto nos ata las manos, nos deja en desventaja en la carrera de la lucha contra la pandemia, esto es incuestionable. Tenemos una herramienta menos de la que disponen prácticamente todas las instancias públicas en toda Europa», ha manifestado.

Además, ha recordado que es víspera de Carnaval y la situación «puede ser particularmente delicada desde el punto de vista de la movilización de la gente», con la apertura de la hostelería. «Nos deja en una situación francamente difícil», ha añadido.

Erkoreka ha explicado que los servicios jurídicos del Gobierno analizan si es pertinente o no presentar recurso de reposición ante el mismo órgano judicial, aunque cree que «muy previsiblemente se reafirmará en sus tesis y posiciones».

Al margen de esto, ha dicho que lo que hay que decidir ahora es «cómo afrontar el futuro inmediato y, en particular, este fin de semana». Será el LABI técnico, según ha añadido, el que realizará la propuestas, y el LABI institucional del viernes determinará las decisiones a adoptar.

En todo caso, ha afirmado que las medidas que pueda tomar no irán en «contradicción» con lo establecido por el TSJPV. Asimismo, ha asegurado que la «obsesión de las instituciones, de las autoridades sanitarias y del LABI, es ser eficaces en la lucha contra la pandemia, dando prioridad total a la salud pública y a su preservación frente a cualquier otra incidencia». «Es el valor que va a prevalecer en las decisiones que se vayan a adoptar de cara a este fin de semana y a las próximas semanas», ha asegurado. En este sentido, ha advertido de que el virus «está acechando y seguirá expandiéndose» en la medida en que la gente se lo permita.

«UN COLADOR»

A su juicio, puede haber otros colectivos que pueden recurrir otras medidas restrictivas del Ejecutivo, porque se pueden considerar «en una situación equivalente a la de la hostelería», y lleguen a «arrancar» al TSJPV «resoluciones parecidas». «Nos encontraríamos con un panorama normativo como un colador, lleno de agujeros y lagunas provocadas por el Tribunal», ha manifestado.

En todo caso, ha asegurado que las instituciones vascas actuarán «en coherencia» con la decisión del TSJPV y, de hecho, ha recordado que la hostelería ya está abierta. «Este auto ya está desplegando plenos efectos», ha remarcado.

Josu Erkoreka ha recordado de hay municipios vascos que están en tasa de incidencia por encima de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, y tendrán que afrontar un fin de semana de Carnaval con la gente «haciendo uso de la hostelería indiscriminadamente».

Por ello, ha lanzado un mensaje de «máxima responsabilidad al conjunto de la ciudadanía», incluidos los responsables de la hostelería, para que sean «particularmente exquisitos en la aplicación» de las normas y «extremen» su cumplimiento.

Sobre el cese del miembro del LABI, Ibon Etxebarria, que se saltó el confinamiento municipal para jugar al golf, ha afirmado que ha incurrido en «un fallo muy grande» al incumplir la normativa que estaba contribuyendo a dictar, por lo que «no resiste el mínimo control ético».

«No había más remedio que un cese fulminante. La decisión de la consejera (Gotzone Sagardui) fue rotunda», ha añadido.