El Cervantes acoge el legado ‘in memoriam’ de Severo Ochoa, «caso paradigmático de cerebro fugado»

La Caja de las Letras del Instituto Cervantes alberga desde este jueves 11 de febrero el legado ‘in memoriam’ del científico Severo Ochoa, un «caso paradigmático de cerebro fugado» tal y como lo ha definido el ministro de Ciencia, Pedro Duque.

El legado, depositado en la caja número 1.709, consiste en su cuaderno escrito en 1956 en la Universidad de Nueva York sobre un trabajo experimental que, tres años después, le serviría para conseguir el Premio Nobel de Medicina y Fisiología. La caja no se abrirá hasta el 11 de febrero de 2022.

«Severo Ochoa es un referente para la ciencia española, pero también un recuerdo de lo mucho que debemos mejorar», ha reiterado Duque, insistiendo en la importancia de potencia la ciencia. Durante la entrega del Premio Nobel, Ochoa se presentó como natural de España y a continuació mostró su «gratitud y amor» por su país de adopción, Estados Unidos.

«Allí encontró generosidad y comprensión y un entorno adecuado para desarrollar su trabajo. Es un caso paradigmático de cerebro fugado, expulsado por la Guerra Civil. Pero el talento fugado es una historia que no nos sueña extraña y tenemos que corregir, de hecho, ya estamos empezando a mejorar», ha lamentado.

Por su parte, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha reconocido que la recepción de este legado supone «ensanchar el significado simbólico de esta caja de valores» gracias a la ciencia –además de un espacio para Severo Ochoa, la Caja de las Letras ya cuenta con otro legado del científico Santiago Ramón y Cajal–.

García Montero ha alertado de que el depósito de este cuaderno abre además un debate «aún con largo recorrido» sobre el lenguaje científico. «Está escrito en inglés, que es el latín de nuestros días, pero el español es el idioma que marca la diferencia y nos invita a apostar por la ciencia y la tecnología», ha defendido.

«No pretendemos sustituir al inglés, sabemos que a veces los molinos son de verdad gigantes, pero sí que defendemos la variedad y la dignidad de quien inviestiga el español, el trato justo al español en los índices de investigación científica y el reconocimiento de la labor fundamental de la divulgación científica en nuestro idioma como eje clave de nuestra sociedad», ha añadido.

García Montero ha reiterado que el español «sirve para el soneto y para la fórmula» y ha instado a seguir expandiendo el español en los trabajos científicos, porque «siempre sale ganando quien busca la pluralidad y el diálogo: el español es un gran idioma».

En el acto también han participado Miriam Atienza, directora de contenidos del Museo de las Ciencias de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia; y Berta Piñán, consejera de Cultura, Política Lingüística y Turismo del Gobierno del Principado de Asturias.