Cantabria ha completado ya el proceso de inmunización contra el Covid-19 tras administrar las dos dosis de la vacuna en sus residencias de mayores, que siguen aplicando los protocolos frente al virus pero empiezan ya a volver a hacer «vida normal».
Así lo ha explicado en declaraciones a la Cadena SER, el presidente de la Federación de Empresas de la Dependencia (FED) de Cantabria, Rubén Otero, que ha indicado que solo queda por vacunar un porcentaje «residual» en los centros de mayores.
Ha dicho que se trata de en torno a un 2 por ciento de usuarios y personal que han decidido no vacunarse y otro porcentaje «muy pequeño» que no estaban en los centros cuando se han administrado las vacunas o que estaban contagiados y no han podido recibir su dosis.
Estos casos se han dado sobre todo en las residencias donde ha habido «más problemas» en las últimas semanas, como Los Robles de Mortera, Vega de Pas y Puente Viesgo, cuyos brotes siguen activos.
A juicio de Otero, el proceso de vacunación ha sido «rápido» una vez que Salud Pública se puso en contacto con las residencias para explicar cómo se iba a actuar, tal y como pidió el sector, que denunció inicialmente el desconocimiento de la hoja de ruta.
«Todo el mundo ha puesto de su parte para poner las vacunas», tanto el personal del Servicio Cántabro de Salud (SCS) como el de los centros, ha dicho, añadiendo que el proceso se ha saldado «prácticamente sin ninguna secuela» más allá de «un poco» de fiebre o malestar general.
SE MANTIENEN LOS PROTOCOLOS
A pesar de que la mayoría de trabajadores y residentes están ya inmunizados, por ahora se mantienen los protocolos y «todas» las medidas de seguridad frente al virus, como el uso de EPIs, las visitas con cita previa y la petición de que los usuarios salgan de los centros «lo mínimo posible».
En este sentido, Otero ha explicado que, aunque la vacuna está testada, es «nueva» y todavía se desconocen cuestiones como cuánto tiempo durará su efecto o que pasará si alguien vacunado se contagia. «Seguimos teniendo miedo», ha resumido.
Además, ha recordado que según los expertos la inmunidad de grupo se conseguirá cuando esté vacunado el 70% de la población, y el porcentaje en la actualidad «todavía es muy bajo» (del 3,8% en Cantabria).
DESESCALADA
Sin embargo, el sector sí está planificando ya la desescalada y espera mantener una reunión con la Consejería de Servicios Sociales para elaborar un plan que permita ir liberando las restricciones.
Por ejemplo, se piensa en «abrir un poco más las visitas», permitiendo más turnos para que los residentes puedan recibir a familiares todos los días, o que empiecen a salir por los aledaños de las residencias, a zonas todavía «sin ningún tipo de aglomeraciones».
En cuanto al interior de los centros, «la vida empieza a ser normal», y se mantienen los grupos burbuja pero ya se empiezan a retomar las actividades en las que participan los usuarios en conjunto.
Por otro lado, el presidente de FED Cantabria ha indicado que actualmente hay plazas disponibles en todos los centros tanto por los fallecidos víctimas de coronavirus y de otras patologías como porque los familiares ahora se «piensan más» el llevar a los mayores a las residencias, ya que se verán condicionados para sus salidas y visitas.
En opinión de Otero, dentro de «un año o dos» se volverá a la normalidad en este sentido y volverá el problema de las listas de espera para acceder a determinados centros porque la población cántabra está «muy envejecida».