Urkullu estudia aprobar en Euskadi una ley antipandemia tras «agotar» todas sus herramientas

El lehendakari, Iñigo Urkullu, contempla la posibilidad de aprobar en Euskadi una ley antipandemia tras «agotar» todas las herramientas jurídicas de las que dispone su Gobierno para hacer frente a la expansión de la Covid-19.

En un artículo titulado «Paciencia y constancia, lo vamos a conseguir», publicado en el Grupo Noticias, Urkullu ha anunciado esta «alternativa» que analiza su Ejecutivo, después de que esta misma semana se haya quedado con un instrumento menos, según ha apuntado el Gobierno Vasco, para hacer frente al coronavirus, después de que el TSJPV haya permitido reabrir la hostelería en los municipios en ‘zona roja’.

Esto llevó al lehendakari a escribir una carta este pasado miércoles al presidente Pedro Sánchez para pedirle, una vez más, que se acuerden «los mecanismos legales necesarios, dentro del actual estado de alarma, para que las comunidades autónomas puedan adoptar sus decisiones contra la pandemia con «garantías jurídicas».

Tras asegurar que ahora su objetivo, a corto plazo, es reducir la tasa de incidencia hasta situarla entre los 60 y 300 casos por 100.000 habitantes, y lograr el reto de que baje de los 60 positivos, ha reiterado la necesidad de que, en el ámbito del Estado, haya instrumentos «con garantías suficientes» para que se puedan aplicar las medidas adoptadas por las autonomías.

«Hemos agotado todas las herramientas jurídicas disponibles para la toma de decisiones. En todo caso, en aras a una gobernanza colaborativa, seguimos solicitando nuevas herramientas para actuar siempre con todas las garantías jurídicas y, si fuera el caso, contemplamos la alternativa de aprobar una Ley vasca anti pandemia. Comparto con toda la ciudadanía vasca mi convicción: paciencia y constancia, lo vamos a conseguir», ha asegurado.

El presidente del Gobierno Vasco ha destacado que, «cada día y cada hora», su ocupación y preocupación «es buscar, en cada decisión, el mayor equilibrio entre la prioridad de la salud pública y el objetivo de minimizar el impacto en la vida social».

«A pesar de las dificultades, turbulencias, contingencias, obstáculos, de la complejidad e incertidumbre de la situación, mi prioridad es tomar decisiones que mantengan nuestra nave a flote y la lleven a buen puerto», ha aseverado.

Su convicción es que «equilibrio, paciencia y constancia van a ser las claves para perseverar en el objetivo de garantizar la salud personal y el bienestar social».

«Este objetivo requiere la contribución de todas y cada una de las personas. Es un trabajo en equipo. ‘Auzolana (trabajo en común)’ es la respuesta como sociedad para evitar el confinamiento, el colapso sanitario, el coma económico o el aumento de las brechas sociales», ha indicado.

Iñigo Urkullu ha remarcado que la situación en estos primeros meses de 2021 no es peor que la padecida durante 2020, pero «se arrastra un cansancio mayor». «Nos referimos a esta realidad como ‘fatiga pandémica’. Nunca habíamos vivido una situación así en este siglo. Nos vemos obligados a limitaciones de movilidad, a posponer encuentros con seres queridos. Vemos de cerca el sufrimiento por la pérdida de algún familiar o un prolongado y doloroso ingreso hospitalario. Nuestra economía se resiente y las empresas y negocios sufren dificultades», ha recordado.

En todo caso, ha querido subrayar que «ningún sector es culpable de esta situación y todos merecen apoyo». «Ante esta situación es necesaria la solidaridad. Solidaridad significa destinar recursos presupuestarios de todas y todos a los sectores más necesitados. Significa también cumplimiento cívico y corresponsable de las medidas preventivas de higiene, distancia o mascarilla», ha insistido.

Urkullu ha señalado que las instituciones están adoptando decisiones para paliar, en la medida de sus posibilidades y recursos, los impactos socio-económicos de la pandemia.

«En 2020, hemos articulado Fondos Covid para ayudar a las personas y familias más vulnerables, para compensar las pérdidas de sectores como la hostelería, el comercio, el turismo, la industria o la cultura. Hemos destinado recursos a complementar las ayudas a los ERTE que corresponden al Gobierno español. Hemos ampliado las dotaciones para los servicios esenciales de Salud, Educación y Protección social», ha puesto en valor.

A su juicio, estas ayudas «han tenido reflejo en la reorientación presupuestaria de 2020 y en el Presupuesto aprobado para 2021». «Todas las líneas de ayuda siguen vigentes y hemos aprobado un nuevo Fondo Covid con 540 millones de euros adicionales», ha manifestado.

En la estrategia global del Gobierno vasco frente a la pandemia y sus consecuencias, según ha afirmado, tiene tres herramientas «fundamentales» que pretende mantener. «Primero, la estrategia general de garantía de la salud pública; segundo, los Presupuestos 2021 y el Plan Berpiztu, orientado a la reactivación socio-económica y la recuperación del empleo; tercero, el Plan BiziBerri, enfocado a adaptar los hábitos sociales a una nueva cultura de vida que prime la convivencia y la corresponsabilidad», ha concluido.