Piden que la Catedral y la Giralda de Sevilla sean bienes de «dominio público»

La plataforma hispalense contraria a las inmatriculaciones ha reclamado «deshacerlas» y que monumentos como la Catedral y la Giralda, declaradas Patrimonio Mundial en 1987, sean calificadas como bienes de dominio público a nombre de alguna de las administraciones públicas de manera compatible con los cultos.

Así se ha manifestado ante el informe remitido por el Gobierno central al Congreso de los Diputados sobre los 34.961 bienes inmatriculados por la Iglesia católica a su favor entre 1998 y 2015, la gran mayoría de ellos exclusivamente mediante una certificación eclesiástica (262 bienes en el caso de la provincia de Sevilla).

Guillermo Casellas, portavoz de la plataforma constituida en Sevilla para reclamar el listado de bienes «inmatriculados» por la Iglesia Católica a su favor pese a carecer de título de propiedad sobre los mismos, ha explicado que a los colectivos involucrados en esta empresa les ha costado «Dios y ayuda» convencer «al Gobierno y al Grupo socialista del Congreso» para llevarla a cabo, avisando de que la iniciativa ha quedado «en parte en agua de borrajas» al no ser cumplidos todos los compromisos «anunciados».

Es decir, que por parte del Gobierno central sigue pendiente una «actuación seria» ante la Conferencia Episcopal para solucionar la situación que revela el mencionado «listado» de bienes inscritos a su favor por la Iglesia católica merced al mecanismo habilitado aquellos años por el entonces Ejecutivo central del popular José María Aznar, según ha dicho.

Al respecto, Guillermo Casellas ha expuesto como ejemplo que la Catedral de Sevilla y su Giralda eran hasta entonces «bienes comunales», es decir «del pueblo, de nadie» en concreto y por ello «de todos», si bien tal calificación no ha de ser «confundida con la de bien de dominio público».

INMATRICULACIÓN «POR LA CARA»

Tal era la situación, según sus palabras, hasta que el Arzobispado hispalense inmatriculó tales monumentos «por la cara» a su favor mediante dicho mecanismo estatal.

«Ningún papel dice que la Catedral tenga una escritura pública» sobre su propiedad, ha enfatizado Casellas, llamando a «deshacer» las mencionadas inmatriculaciones y «aprovechar» este punto de inflexión para «evitar que esto vuelva a ocurrir». Para ello, apuesta por calificar monumentos como la Catedral y la Giralda como «bienes de dominio público» inscritos a favor de alguna de las administraciones públicas, según «el modelo francés o portugués».

Todo ello, según ha aclarado el portavoz de la plataforma, compatibilizando dicha medida con la celebración de cultos en los templos objeto de dicha revisión.