Villarejo dejó constancia en su agenda de su estrategia en la ‘guerra de comisarios’

El excomisario José Manuel Villarejo dejó anotado en su agenda personal el día a día de sus movimientos en la conocida como ‘guerra de comisarios’ que le enfrentó a él y a su entorno con el que fuera jefe de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas. En una nota de junio de 2016 apunta una conversación con ‘Gago’ (el inspector José Ángel Fuentes Gago): «Está decidido a dar caña a Marcel y a Rubén».

Precisamente, este jueves vuelve a las salas de los juzgados madrileños el asunto después de que la Audiencia Provincial de Madrid haya ordenado citar como investigados a altos cargos del Ministerio de Interior durante el Gobierno de Mariano Rajoy (entre ellos el que fuera director adjunto operativo Eugenio Pino) por delitos relacionados con los casos ‘Pequeño Nicolás’ y ‘Guerra de Comisarios’.

El ‘Rubén’ al que se refiere el comisario en su cuadernillo, es el inspector Rubén Eladio López, mano derecha de Martín Blas, enemigo acérrimo de Villarejo. En parte, esa animadversión surgió después de que el comisario fuera investigado en el juzgado de instrucción 2 de Plaza de Castilla por su relación con una grabación a policías y agentes del CNI en una derivada del caso del ‘Pequeño Nicolás’.

Era el conocido como ‘caso Nicolay’, y el propio Martín Blas y Rubén Eladio López dirigieron las pesquisas al frente de la comisión judicial por asignación del juez que instruía la causa, Arturo Zamarriego. Corría el año 2016 y, comparando el avance de esas pesquisas con la agenda de Villarejo, se observa que era un asunto que le inquietaba en su día a día y del que hablaba con asiduidad con sus colaboradores y allegados.

Así, el 13 de junio de 2016, Villarejo se percata de que pedirán su imputación y la de su mujer Gemma Alcalá por el caso del pequeño Nicolás y ese mismo día, anota una conversación con ‘Chisco’ –así llamaba al que fuera secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez– que, siempre según apuntes, le traslada que está muy afectado por lo de ‘Marcel’ (Martín Blas) y le reprocha a Pino que lo presentara «como el hombre de absoluta confianza».

En esa jornada también recibe llamada de Fuentes Gago quien le comenta que busca a un buen abogado penalista para «propiciar la imputación de Marcel y Rubén». Y un día después, este mismo inspector le traslada que está decidido «a dar caña» y Pino también contacta con él para comunicarle que «van a ir a por todas contra Marcel».

Todo gira en torno a una posible estrategia de defensa ante los ataques de Martín Blas y, de las notas del comisario, se deduce que arman un plan de ataque para acabar con la carrera del jefe de Asuntos Internos. A eso parece referirse Fuentes Gago cuando el 16 de junio de 2016 propone que el abogado de ‘Nicol’ –aparentemente el pequeño Nicolás– denuncie en la DAO la actuación de Rubén y Marcel.

Ese día, Villarejo apunta también que al final quieren que sea él mismo quien «dé caña». Y ya en julio de ese mismo año plasma en su agenda que está «muy pendiente» de organizar datos que se manden al juzgado para demostrar la «parcialidad» de Marcelino Martín Blas.

Toda esta lucha interna entre policías transcurre en paralelo a lo que era ya el fin de la carrera de Villarejo como agente encubierto, así se definía entonces, de hecho en agosto de ese mismo año se jubilaba. Y para preparar esa transición hacia una vida más placentera, el comisario dejó a lo largo de esos meses previos muchas pinceladas en su diario.

Surgían dudas de muchos tipos, si tenía que entregar el arma y la placa, si tenía que sacarse un permiso de armas, dónde debía presentar determinados papeles… Incluso el 2 de junio de 2016 deja constancia sobre una inminente reunión con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. De quien era el número 2 de Interior, Francisco Martínez, comenta ese mismo día que ha sido «muy institucional» pero que le comunica que su retiro «debe hacerse con reconocimiento».

LA GRABACIÓN DE FERNÁNDEZ DÍAZ Y LA OPERACIÓN CATALUÑA

El ministro del Interior del Gobierno de Rajoy aparece también en su dietario, a veces como ministro otras como el ‘N1’, sobre todo en el mes de junio de 2016, cuando se conoce la publicación de unas grabaciones realizadas a Fernández Díaz en su propio despacho cuando hablaba con el director de la Oficina Antifrau de Catalunya (Oac), Daniel de Alfonso.

El mismo día en el que el ministro salía al paso de esa publicación, el 22 de junio de 2016, Villarejo anota que ha mantenido una conversación con ‘Big’ –apodo que le pone a Enrique garcía Castaño, exjefe de la UCAO y también imputado en ‘Tandem’–. Al respecto dice que Big anda preocupado por las grabaciones del ministro y que cree que el CNI está detrás de la guerra –de comisarios, se deduce–.

Pero la efervescencia de la filtración no queda ahí, ese mismo día recibe también la llamada de ‘Oli’, el exjefe de la UDEF José Luis Olivera, quien le traslada que ya tiene todos los datos de la grabación del ministro y que «por ahora no se va a judicializar». Tras esto, al día siguiente Villarejo maneja la situación hablando con varios medios de comunicación a los que les traslada –con éxito– que el autor de esa grabación al ministro es Martín Blas.

En 2016 otro de los asuntos que le quitaba tiempo al comisario, entre «papeo» y cafés, era la ‘operación Cataluña’, esa supuesta operación policial que presuntamente habría sido impulsada por el Gobierno con el objetivo de frenar el proceso independentista catalán.

Sobre ese asunto hay muchas anotaciones, como la que registra una conversación con Olivera en la que éste le informa de una reunión entre Cosidó (jefe de la Policía) en junio de 2016 con De Alfonso y alguien al que llama Losada. «Por el tema Pujol, le recriminó que no investigara antes la (…) Viki», en referencia a la que fuera amante de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez.

De ese tema apunta más en septiembre, cuando en teoría ya está jubilado, el 27 de ese mes indica en sus notas que Olivera le llama con detalles de la cita de ‘Viki’ y ‘Bayo’ «sobre operación Cataluña». Esa misma jornada anota que esa persona traslada a Victoria Álvarez que él la ha engañado, y matiza que «ella lo negó».

LA RELACIÓN CON GARCÍA CASTAÑO

Respecto de Enrique García Castaño, alias ‘El Gordo’, la agenda recoge a principios de 2017 distintos apuntes en los que Villarejo da cuenta de la preocupación del comisario por las informaciones publicadas sobre su actividad presuntamente irregular en algunos medios de comunicación. Esta preocupación también la comenta con su amigo y empresario Adrián de la Joya, investigado por la Operación Lezo.

Los altibajos en la relación de ambos comisarios se refleja igualmente en los apuntes. Así, el 25 de enero de 2017 Villarejo apunta junto al nombre en clave de García Castaño (‘Big’) la frase «no le contesté».

Un mes después aparece otra anotación que constata un mal momento entre ambos: «Largas para vernos. Nada de lo prometido. Posiblemente no cumpla nada, como siempre». Dos días después apunta: «Sobre temas pendientes dice que quiere marcharse y no quiere líos».