Continúa con menor intensidad el enjambre sísmico en Granada

Un seísmo de magnitud 2,3 con epicentro en Santa Fe (Granada) se ha dejado sentir este martes en torno a las 13,13 horas en esta y otras cuatro localidades más de la provincia de Granada en el marco del enjambre sísmico que se reactivó a finales de enero y que hasta el pasado 19 de febrero ha acumulado más de 1.836 terremotos, la mayoría con epicentro en Atarfe y Santa Fe.

Este nuevo seísmo registrado a las 13,13 hora local, el primero que se ha producido en la jornada de este martes, se ha dejado sentir en Atarfe, Peligros, Santa Fe, Churriana de la Vega y Cúllar Vega, según los datos recabados del Instituto Geográfico Nacional.

La serie sísmica continúa estos días con terremotos diarios, pero ha bajado en magnitud y en número, según ha relatado el catedrático de Física de la Tierra e investigador del Instituto Andaluz de Geofísica, Jesús Ibáñez. Así, la jornada del lunes se saldó con cinco seísmos, el mayor de magnitud 2,5 y la jornada anterior solo hubo dos muy leves, en la línea de lo que viene sucediendo días a atrás.

Pese a todo, Ibáñez recalca que es «imposible pronosticar» si se trata del final del enjambre sísmico o si por el contrario es una etapa de calma que puede ir seguida de nuevos seísmos más intensos. El experto mantiene que esta situación ya se ha repetido en otras ocasiones, como en la serie sísmica de 1979 que se prolongó durante varios meses en la Vega granadina y que tuvo periodos sin apenas temblores.

Así, los expertos prefieren ser «prudentes», pues actualmente este descenso de la actividad sísmica «no significa nada» y un terremoto grande no tiene por qué ir acompañado de otros menores sino que puede aparecer «de la nada», según advierten.

Ibáñez ha llamado por ello a la población y a las instituciones a aprovechar esta «oportunidad que nos está dando la naturaleza» para «prepararnos», revisar nuestros hogares, las instalaciones públicas, los protocolos y todo lo aprendido estos días atrás, recordando que esta es una de las regiones con mayor actividad sísmica de la Península Ibérica y no se puede «vivir de espaldas» a esta realidad sino que hay que «conocerla» y «prepararnos».

Desde el 23 de enero y hasta este momento se han localizado 1.836 terremotos, 31 de ellos de magnitud superior a 3.0. Desde el 1 de diciembre del año pasado, cuando se reactivó este enjambre sísmico, hasta el 19 de febrero –última fecha de actualización del informe del Instituto Geográfico Nacional– se han calculado 1.941 terremotos en la zona, de los cuales 32 son de magnitud mayor o igual que 3,0 y 182 han sido sentidos por la población.