El PP y el PSOE valoran renovar el CGPJ en marzo si Iglesias no elige vocales en la sombra

El Partido Popular y el PSOE vuelven a las andadas. Una vez pasados los comicios catalanes, se ha puesto sobre la mesa una vez más una asignatura pendiente desde diciembre de 2018: la renovación del Consejo General del Poder Judicial. En un principio, los populares han dejado sobre la mesa una serie de exigencias, pero la más importante para el presidente del partido conservador, Pablo Casado, es que Unidas Podemos no tenga nada que ver en la elección de vocales (además de que retiren el proyecto de ley que prevé que una mayoría absoluta sea capaz de renovar el Consejo). El PSOE, a priori, ha accedido a esta demanda y ambas formaciones mayoritarias ya barajan la posibilidad de que los jueces tengan nuevo presidente del Tribunal Supremo en marzo. Eso sí, el PP aún sospecha que los socialistas meterán a Podemos en el trato de alguna forma, aunque no sea de cara a la galería.

El PP ha impuesto tres condiciones para pactar con el PSOE. La primera de ellas y la más importante es que se excluya a Unidas Podemos de la renovación del CGPJ. La segunda de ellas es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometa a retirar la propuesta de ley que busca que se renueve el Consejo con tan solo una mayoría absoluta, dejando atrás así la actual normativa que exige una mayoría de tres quintos del Congreso de los Diputados y del Senado. Y la tercera y última es el cajón desastre que se reservan los populares que es la «depolitización de la Justicia», que puede significar o comulgar con su idea de que sean los jueces los que elijan a los jueces.

«El pirómano no puede elegir al bombero», ha comentado el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, en referencia a la renovación. Desde el PP trasladan satisfacción por el hecho de que el PSOE haya asegurado que apartaría a Unidas Podemos de la renovación. Sin embargo, dan por hecho que los socialistas no pondrán en riesgo la coalición. De hecho, fuentes consultadas de Génova apuntan a que los populares sospechan que la lista de vocales que presentará el partido de Gobierno estará previamente pactada con Unidas Podemos, por lo que tendrán que hilar fino para que el PP no sospeche que la mano del vicepresidente del Ejecutivo y líder de la formación morada, Pablo Iglesias, está detrás.

Aún así, todo se traducirá en vocales progresistas y conservadores. Y si Casado ve con buenos ojos la balanza, es probable que las fechas que manejan ambos partidos de forma muy aproximada se cumplan. Marzo es el mes elegido. Y si Unidas Podemos no mete mano en la elección, el PP dará su brazo a torcer y renovará el CGPJ junto al PSOE para poner fin a dos años en funciones. De hecho, fuente de Génova aseguran que el anuncio de que han llegado a un acuerdo se hará en cuestión de días, aunque de facto no llegará hasta el mes que viene.

Los contactos entre ambas formaciones se han intensificado tan pronto como acabaron las elecciones catalanas. Los pésimos resultados del PP han obligado al partido a ponerse manos a la obra e intentar dar un volantazo a su forma de hacer política, y la renovación del CGPJ era una asignatura pendiente desde diciembre de 2018 que no podía esperar más. Ahora, con este paso y estos contactos, los populares apuntan a que el anuncio de que el PSOE y el PP han alcanzado un acuerdo se hará en cuestión de días. No tardará mucho más.

EL DEDO EN LA HERIDA

La idea del PP no es solo dar una imagen de partido de Estado. Los populares quieren con esta decisión ahondar en la brecha que separa a Unidas Podemos y al PSOE. Ambos partidos han protagonizado tensiones en el seno de la coalición y los populares saben que es una veta a explotar. Excluir a Unidas Podemos de la renovación del CGPJ es una decisión que desde Génova esperan que ahonde en las diferencias que separan a las formaciones de la coalición. Si el PSOE accede a renovar el Consejo General, es que ha dado la patada a un Iglesias ansioso por controlar la Justicia.

El problema viene cuando desde el PSOE apuntan a que están poniendo toda la carne sobre el asador para coser las costuras rotas de la coalición. Estos dos mensajes (por un lado, el PSOE asegura que excluirá a Unidas Podemos de la renovación del CGPJ y por otro que están incrementando los contactos con la formación morada para reforzar el Gobierno) son contradictorios y hacen sospechar a los populares que si Iglesias asume la exclusión con silencio es porque llegará a un acuerdo previo con el PSOE.

VIGILAR A LOS VOCALES

En este contexto, el PP será especialmente exigente con los vocales que proponga el PSOE a sabiendas de que algunos pueden estar colados por Iglesias. Desde Génova aseguran que serán minuciosos con el acuerdo y que no dejarán que se la cuelen así como así. Si Sánchez e Iglesias tienen la intención de pactar una lista previa (con posibles suplentes), se darán cuenta, o al menos es lo que consideran desde Génova.

Lo que más hace dudar a los populares es el silencio de Iglesias. Que Unidas Podemos no haya respondido a los titulares que apuntaban a que el PSOE había mantenido contacto con el PP a escondidas para renovar el Consejo no hace más que sembrar de dudas Génova y de alimentar la idea de que el vicepresidente del Gobierno es perfectamente consciente de lo que está pasando, solo que ha mantenido un perfil bajo para no dinamitar la renovación del CGPJ.