Cataluña sigue buscando el equilibrio entre la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus y las actividades social y económica cuando se cumple un año de la detección del primer caso de coronavirus en la comunidad.
El 25 de febrero de 2020 la Conselleria de Salud confirmó el primer caso en Cataluña: una mujer de 36 años de origen italiano que dio positivo tras un viaje realizado a Italia, concretamente a la zona del norte del país, una de las más afectadas durante el primer brote en Europa.
Desde entonces, Cataluña ha registrado 550.285 casos confirmados acumulados, han muerto 20.565 personas, actualmente hay 1.918 pacientes ingresados en los hospitales catalanes y hay 587 personas en unidades de cuidados intensivos (UCI).
La situación de emergencia sanitaria ha provocado que, durante el último año, la administración catalana dictara una serie de restricciones a la vida social de los catalanes que han ido variando según la virulencia de la enfermedad y que han afectado en mayor o menor grado la economía catalana.
Cataluña como el resto de España se ha visto azotada por tres olas y en este momento la comunidad se encuentra en la desescalada de la tercera, que la Conselleria de Salud quiere administrar de forma más contenida que las anteriores con la vista puesta en un más que probable cuarto episodio.
La consellera de Salud en funciones, Alba Vergés, ha concretado este miércoles que en las últimas semanas han registrado una mejora continuada de los indicadores epidemiológicos, sin embargo, en los últimos días han detectado un estancamiento de la situación; de ahí que quieran evaluar si rebajan las restricción «con contención».
A diferencia de las anteriores, la tercera ola ha venido marcada por la aparición de variantes del virus cuyo contagio es más acelerado y su capacidad para esquivar los anticuerpos más elevada.
Se trata de las variantes británica, sudafricana y brasileña, y, de hecho, el departamento de Salud augura que dentro de un mes la británica será la cepa predominante en Cataluña.
PRESIÓN ASISTENCIAL
Además, la presión asistencial derivada del Covid-19 obliga a los responsables de la gestión de la pandemia a actuar con «mucha prudencia» porque las UCI no se han vaciado suficiente del impacto de la tercera ola.
Por su parte, el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, aseguró el martes en rueda de prensa ve necesario «dar aire» a los sectores afectados social y económicamente por las restricciones, pero aclaró que era una opinión personal.
INDICADORES EPIDEMIOLÓGICOS
Respecto a los indicadores epidemiológicos de la pandemia, la velocidad de reproducción de la enfermedad (rt) ha superado el umbral de 1 y se sitúa en 1,01, cuando hace una semana se encontraba en dinámica descendente y había alcanzado el 0,84.
Cuando la rt está por debajo de 1 significa que el virus está en regresión, mientras que cuando supera ese umbral pasa a estar en fase de expansión porque cada infectado contagia a más de una persona de media.
Ahora mismo, el porcentaje de pruebas positivas del total de test de antígenos y PCR que se están realizando en este momento se sitúa en el 5,46%; y en los últimos 14 días, por cada 100.000 habitantes se han detectado 276,82 casos positivos (incidencia acumulada).
Además, el riesgo de rebrote, que mide los posibles nuevos casos diagnostibles en los próximos 14 días —es el producto resultante entre la rt y la incidencia acumulada, y permite valorar el crecimiento de una epidemia– se sitúa en 273.
«AMENAZAS»
A principios de febrero, el secretario general de Salud, Marc Ramentol, advirtió de tres «amenazas» que condicionan la evolución de la pandemia y la decisión a la hora de tomar ciertas restricciones y descartar otras: las variantes del virus, la presión asistencial y la disponibilidad de dosis de vacunas.
Actualmente el 40% de los casos en Cataluña corresponden a la variante británica, para Vergés la tensión en los centros sanitarios es «evidente» y la consellera también ha criticado el retraso en el suministro de vacunas de las compañías AstraZeneca y Moderna, y ha instado al Gobierno, textualmente, a luchar por el cumplimiento de la estrategia europea de vacunación.
VACUNACIÓN
Hasta este miércoles, Cataluña ha administrado 515.141 vacunas desde el inicio de la campaña, de las cuales 330.299 corresponden a la primera dosis y 184.842 a la segunda dosis.
De hecho, la subdirectora general de promoción de la salud de la Generalitat, Carmen Cabezas, aseguró el martes que Cataluña podría tener entre el 30 y el 40% de la población vacunada en junio si llegan las dosis.
Respecto a la primera etapa de la campaña, Cabezas concretó que «está muy avanzada» porque ya tienen las dos dosis el 83,7% de los ancianos en residencias (44.977 personas), el 65,3% de los trabajadores de los asilos (27.450) y el 58,4% de los sanitarios (54.194).