miércoles, 11 diciembre 2024

Exteriores da siete millones para ayudar a exiliados venezolanos en otros países

El Consejo de Ministros se ha tomado muy en serio ayudar a los venezolanos en situación de riesgo a integrarse estén donde estén, pero no precisamente a los que residen en España. Enmarcado en una partida de 17.000.000 euros, el Ejecutivo ha colado siete millones para ayudar a los venezolanos a integrarse en cuatro países latinoamericanos. Estas ayudas directas aprobadas el pasado 28 de enero buscarán recaer en los venezolanos en situación de exclusión social que residan en Ecuador, Perú, Colombia y Venezuela. La medida ha sido propuesta directamente por la ministra de Exteriores, Arantxa González Laya, y aprobada por el Consejo de Ministros. Los otros diez millones se repartirán en forma de ayudas destinadas a países latinos.

El objeto de estos siete millones es el de «fortalecer la respuesta a la población venezolana en situación de vulnerabilidad en Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela incluyendo niños, niñas y adolescentes; promoviendo la integración socioeconómica de esta población en sus comunidades de acogida», tal y como se desprende de un documento del Consejo de Ministros al que ha tenido acceso MONCLOA.com. Esta medida, propuesta por González Laya, se tramitará a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (la polémica AECID) y recaerá en venezolanos residentes en Ecuador, Perú, Colombia e incluso Venezuela.

«Siempre cometes errores con los venezolanos. Tú siempre subestimas y desprecias la realidad venezolana», comentó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, enmarcado en unas duras críticas a su homólogo español por haber recibido a uno de los líderes de la oposición venezolana, Leopoldo López. «Él está huyendo, debes saberlo, Pedro Sánchez, (…) deberías de informarte mejor sobre Venezuela», prosiguió el mandatario. Pues bien, parece que el Gobierno se ha propuesto apoyar a todos aquellos venezolanos que necesitan recursos (que no son pocos, ya que la pobreza en este país latinoamericano ronda el 90%, según los datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida en Venezuela 2019-2020, Encovi).

En este caso, estos siete millones destinados a los venezolanos más pobres residentes en otros países se repartirán bajo el criterio del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que ya tiene una holgada experiencia en Venezuela y conoce bien las condiciones socioeconómicas de buena parte de la población del país que lidera con puño de hierro Nicolás Maduro. Estas ayudas directas se deben enmarcar, además, en un momento en el que el Ejecutivo ha presentado ciertas tensiones diplomáticas con el Gobierno de Maduro por haber recibido a líderes de la oposición venezolana.

Por el momento, esta partida destinada a Acnur no da ni para empezar, dado que el número total de venezolanos que han salido de su país es de cinco millones de personas, según los datos oficiales. Si a esto le añadimos que de los poco menos de 29 millones de habitantes, el 90% están en una situación de pobreza extrema, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2019-2020, el resultado es apabullante. Pero al menos, las intenciones del Gobierno han quedado claras de cara a ayudar a los venezolanos a través del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

La justificación por parte del Ejecutivo se enmarca en ese eslogan tan pegadizo que puso de moda en el momento en el que estalló la pandemia. «Tal y como recoge el V Plan Director de la Cooperación Española 2018-2021 (V Plan Director), la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) exige una nueva forma de trabajar, centrada en no dejar a nadie atrás», comentan en el documento en el que se reflejan esos 17 millones de euros en ayudas a ONG para justificar dedicar esta partida. El gasto que supone la AECID para todos los españoles (incluso en plena pandemia) es notable, y en algunos casos la justificación de sus acciones algo más complicada.

LA AECID Y LOS DERECHOS LGTBI

Ya hay muchas críticas sobre cómo ha gestionado el Ministerio de Exteriores de Arantxa González Laya las relaciones internacionales. Sin embargo, si se analizan las diferentes subvenciones directas que ha concedido a dedo la polémica ministra, más de uno puede llevarse las manos a la cabeza. El nivel de despilfarro en plena pandemia ha sido alto por parte de todos los ministerios, pero las motivaciones de Exteriores para dar ayudas a países extranjeros se llevan la palma. Laya ha dado ayudas para todo; desde subvencionar con 523,949.14 euros la pesca artesanal en Nuadibú (en Mauritania) a dar 65.000 euros para ayudar a defender los derechos LGTBI en Haití. Y esto es solo la punta del iceberg, puesto que son subvenciones a dedo concedidas a finales de 2020. Todo un lujo que se tramita a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Haremos un repaso por varios contratos. Llama la atención la motivación del Ejecutivo para, por ejemplo, promocionar un arte milenario como es la pesca artesanal en Nuadibú, la segunda ciudad más importante de Mauritania. Concretamente, para este supuesto que al parecer debe ser muy relevante para la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Gobierno se ha dejado 523.949,14 euros públicos. La idea no se especifica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en el que se aprobó la partida en forma de concesión directa para Mauritania, pero sí se detalla en otros documentos a los que ha tenido acceso MONCLOA.com el hecho de que además de fomentar la pesca artesanal, se busca implementar en la sociedad el respeto por el medio ambiente.

Este es solo un ejemplo, pero hay más. El Gobierno, o al menos el Ministerio de Exteriores, también ha considerado relevante en 2020 enviar hasta 65.000 euros públicos en forma también de concesión directa para fomentar la defensa de los derechos LGTBI en Haití. Esta ayuda que no ha pasado por mayor criterio que el de Laya también se ha ocultado en el BOE, o al menos se ha escondido bajo una gran partida que acabaría en las arcas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.