La sarna y el Covid disparan las alarmas en las cárceles catalanas

Dos de las enfermedades más contagiosas conocidas hasta ahora se asientan en cárceles catalanas: el coronavirus y la sarna.

La situación más preocupante se está registrando en la cárcel de Quatre Camins. Prácticamente la mitad de los presos del módulo IV están contagiados por coronavirus, según ha podido conocer MONCLOA.com. Esta sección es la más grande de Cataluña y su población ronda los 190 reos.

«El centro penitenciario no sólo tiene el dudoso honor de ser el peor gestionado de toda Cataluña, sino de toda España«, afirman las fuentes consultadas. Además, las autoridades se niegan sistemáticamente a realizar PCRs a los funcionarios.

FUNCIONARIOS SIN PCR

«La dirección del centro consideran que los funcionarios de prisiones no tienen contacto directo con los presos«, afirman las fuentes. De esta forma, si un servidor público estuviera contagiado y asintomático podría transmitir el virus a su núcleo familiar. «Nos vamos a casa sin conocer si somos o no portadores», han criticado.

«La negligencia en la gestión es manifiesta en este centro desde marzo de 2020», han apuntado las mismas fuentes. Estos funcionarios han tenido la posibilidad de vacunarse, según han explicado.

En abril del pasado año, los presos de los módulos 3 y 4 se amotinaron en una acción coordinada. Quemaron sábanas y reventaron algunos pestillos de puertas.

SARNA EN BRIANS II

Al menos ocho internos de tres módulos distintos de Brians II han sido aislados y tratados tras contagiarse de sarna, según ha podido conocer MONCLOA.com. Se ha desinfectado y tratado su ropa, pero lo más sorprendente de estos casos es que los presos no han tenido contacto entre ellos, por lo que se está investigando cómo ha podido suceder.

Los funcionarios consultados por este medio han corroborado esta información, aunque todos ellos han descartado la existencia de un brote, como se temía en un primer momento al detectarse contagios sin contacto aparente entre ellos.

«Estos presos no coinciden en ningún momento. Además, las medidas impuestas por la pandemia son muy estrictas y está prohibido el contacto entre reos de distintos módulos, ni para talleres ni para cocina, ni ninguna otra actividad. «Ya no hay escuela ni talleres«, han señalado las fuentes consultadas.

176 CASOS EN UN LUSTRO

Los enfermos de sarna han sido aislados en un módulo vaciado para atender casos de Covid y que en las últimas semanas se encontraba sin contagiados.

Según los datos de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), se registraron un total de 176 casos de sarna en los últimos cinco años. «Hay un repunte a nivel general, pero no es menos cierto que en prisiones hay un déficit de personal sanitario tremendo«, criticaba esta asociación.

Según los datos de Instituciones Penitenciarias, en 2015 se registraron 58 casos de sarna en las prisiones españolas. Al año siguiente, el número se redujo a 45, disparándose en 2017 hasta los 95 casos.