Un estudio sobre la vacunación masiva contra la COVID-19 en Israel ha evidenciado que la vacuna de Pfizer-BioNTech es eficaz en todo un espectro de resultados preventivos contra el coronavirus en las semanas posteriores a su administración de las dosis.
En concreto, entre los 14 y los 20 días después de la primera dosis y a los siete o más días después de la segunda dosis, la eficacia estimada de la vacuna era del 46 y el 92 por ciento, respectivamente, contra la infección documentada; del 57 y el 94 por ciento para la COVID-19 sintomática; del 74 y el 87 por ciento para la hospitalización; y del 62 y el 92 por ciento para la enfermedad grave.
Para prevenir la muerte por COVID-19, la eficacia estimada fue del 72 por ciento para los días 14 a 20 después de la primera dosis. Entre los grupos de edad, la efectividad estimada fue consistente para la infección documentada y la COVID-19 sintomática en subpoblaciones específicas, con una efectividad potencialmente menor en aquellos con múltiples condiciones coexistentes.
Estos datos, publicados en la revista ‘New England Journal of Medicine’ por los investigadores del Instituto de Investigación Clalit de Tel Aviv y de la Universidad Ben Gurion del Néguev de Be’er Sheva, proporcionan la ‘foto’ más amplia sobre la eficacia y la seguridad de la vacuna contra la COVID-19 fuera de los ensayos clínicos hasta la fecha, ya que Israel se ha situado muy por delante de todos los países en cuanto a inmunizados per cápita.
En el estudio, todos los 596.618 israelíes que fueron vacunadas por primera vez entre el 20 de diciembre de 2020 y el 1 de febrero de 2021 fueron emparejadas con 596.618 no vacunados. La mediana de edad de los pacientes en ambos brazos del estudio fue de 45 años, y los pacientes tenían predominantemente entre 16 y 39 años (35,7%). Los pacientes de 60 años o más constituían aproximadamente el 28 por ciento de los participantes.
Además, el estudio se produjo en un momento en que hasta el 80 por ciento de los casos de COVID-19 en Israel se debía a la variante ‘B.1.1.7’, identificada por primera vez en Reino Unido, y que se ha asociado a un mayor riesgo de transmisión.
«Aunque no podemos proporcionar una estimación de la eficacia específica para la variante británica, la meseta observada durante los últimos períodos en la curva de incidencia acumulada para las personas vacunadas sugiere que la vacuna también es eficaz para esta variante, una observación consistente con informes anteriores que mostraron títulos de anticuerpos neutralizantes preservados», explican los autores en su artículo.