La violencia en Cataluña se ha intensificado este sábado a niveles no vistos desde la ‘kale borroka’ en el País Vasco. Junto a los ya habituales saqueos a comercios, los violentos han quemado al menos dos furgonetas de la Guardia Urbana, arrasado cristaleras del hotel NH de la conocida calle barcelonesa y las de otras tiendas, como la emblemática de Zara en el centro de la ciudad.
Varios encapuchados han arrojado material incendiario a las dos furgonetas de la Guardia Urbana, con dos agentes en su interior, mientras otro encapuchado arrojaba líquido inflamable sobre las llamas para avivar el fuego. Los Mossos han detenido a decenas de los violentos y al menos uno de ellos está relacionado con este ataque, que recuerda a la ‘kale borroka’ de los años duros de la banda terrorista ETA.
Algunos de los presentes han vitoreado a los autores del ataque, otros han recriminado la acción en catalán: «Hijo de puta. Va, sal corriendo, cabrón».
El hotel NH de la Rambla ha sido otro de los objetivos. Los grupos de encapuchados han lanzado todo tipo de objetos contra las cristaleras hasta reventarlas, lo mismo ha ocurrido en otros comercios y sucursales bancarias, a las que han intentado prender fuego sin éxito.
No son pocas las críticas y denuncias de políticos, como la de líder de Ciudadanos, ante estos hechos respaldados en pro de la libertad de expresión. Los responsables de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona guardaron silencio durante días tras los graves incidentes que ha padecido Barcelona y otros municipios de Cataluña.
ARRAN, EL IMPULSOR DE LAS PROTESTAS
Arran, un grupo de jóvenes afines a la CUP, ha promovido a través de redes sociales las protestas contra la encarcelación de Pablo Hasél, condenado en sentencia firme a más de dos años de cárcel por amenazas, enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona.
El grupo de la extrema izquierda independentista es conocido por los agentes de la policía que opera en Cataluña por su afinidad a la ‘kale borroka‘ -lucha callejera-. Se trata de «terrorismo de baja intensidad», aunque por primera vez han incendiado vehículos policiales, un acto penado con cárcel.
Hasta ahora, se dedicaban a atacar autobuses turísticos, vías de tren y carreteras, como se ha realizado esta mañana en la AP-7, a la altura de Palamós. Desde 2018, los agentes de los Mossos, Guardia Civil y otras unidades policiales han incrementado su seguridad personal debido a esta deriva violenta.
EL VATICINIO DE TORRA VUELVE A CUMPLIRSE
«Apreteu i feu bé d’apretar» -Apretad y haréis bien en apretar-. Quim Torra, expresidente de la Generalitat, arengaba así a los Comités de Defensa de la República en 2018. Desde entonces, la violencia de los Comités de Defensa de la República (CDRs) y la extrema izquierda han incrementado los niveles de violencia año tras año.
Torra llegó a aplaudir y calificar de «amigos» a los miembros de los CDRs que fueron detenidos hace tres años y medio.
Primero fueron los asaltos a infraestructuras clave en Cataluña, con ‘Tsunami Democràtic’ al frente durante los meses de octubre y noviembre de 2019. La arenga ahora se vuelve a cumplir con las protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasél y el terror se ha vuelto a instalar en la Ciudad Condal, tras dos semanas de violencia gratuita y extrema.