La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha urgido a los países a revisar al alza sus contribuciones nacionales porque las comprometidas hasta la fecha siguen siendo «pobres» y están «todavía muy por debajo» a lo que la comunidad internacional se comprometió en 2015 en el Acuerdo del Clima de París.
Durante su participación en el evento ‘El camino a COP26: un año de recuperación y ambición climática’, la vicepresidenta ha manifestado que los países deben «demostrar» aportaciones «precisas, creíbles y convincentes» para poder acercarse de «con la suma de todos» de una forma más «clara y convincente» al compromiso expresado en París tanto en la senda a corto plazo de 2030, como a largo plazo.
A su juicio, la Cumbre del Clima que se celebrará a final de este año en Glasgow (Reino Unido) deber dar lugar a una agenda multilateral «transversal» que complete el libro de reglas del Acuerdo de París, pero también aspectos en los mercados financieros, en la transparencia e integrar otras cuestiones para que la agenda climática sea «compatible» con la preservación de la biodiversidad.
En la inauguración del evento, el embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliot, ha explicado que para su Gobierno es «prioritario» lograr que la COP26 de Glasgow sea un éxito frente al reto «especialmente acuciante» que supone el cambio climático.
Así, ha coincidido con Teresa Ribera en que para alcanzar emisiones netas cero con éxito para las economías en mitad de siglo aún queda «mucho camino», aunque ha defendido que en 2020 se han logrado «avances muy significativos».
El representante diplomático confía en que la COP26 será importante para hacer «operativo» el Acuerdo de París y demostrar que los países mantienen el compromiso. Debemos seguir forjando un circulo virtuoso de mayor ambición, innovación, inversión e implementación. Queda mucho camino por transcurrir todavía. La COP26 será importante», ha apostillado.
A continuación, el presidente electo de la COP26, Alok Sharma, ha reflexionado sobre 2020, un año «muy difícil» y con retos que continúan en 2021, pero en el que el cambio climático «no se ha parado ni ha descansado».
Sharma valora que la COP26 deberá estar basada en cuatro pilares, que pasan por que los Gobiernos fijen mayores objetivos de reducción para 2030; reforzar la adaptación para enfrentarse a los efectos del clima; asegurar que llegue a los países más vulnerables el compromiso de financiación de 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2030 y concluir cerrar el libro de normas del Acuerdo del Clima de París.
En su intervención, el ministro de Medio Ambiente italiano, Roberto Cingolani, ha asegurado que Italia está «decidida» a convertir la crisis actual en una oportunidad para que las medidas de recuperación aborden el cambio climático y, en ese sentido, cree que el Pacto Verde europeo es «la herramienta clave» para acelerar la transición hacia economías resistentes, con sistemas justos e inclusivos.
ONG PIDEN UN REVULSIVO
Por su parte, desde las ONG, la responsable de clima y energía de WWF, Mar Asunción, cree que la COP26 debería ser «un revulsivo y un catalizador» que permita un «cambio de paradigma» y, en ese sentido, exige que la ley de cambio climático que está en tramitación parlamentaria en España aumente su ambición.
Además, la responsable de cambio climático de Greenpeace España, Tatiana Nuño, ha pedido que la cumbre de Glasgow se organice con «las normas más estrictas» de sostenibilidad tras expresar la preocupación de la ONG por la alta representación» en los debates de estos foros multilaterales de empresas de combustibles fósiles, lo que representa un «conflicto de interés».
Mientras, el director ejecutivo de ECODES, Víctor Viñuales, estima que la COP26 es «el examen principal de esta década» para Gobiernos, empresas, universidades, iglesias, onegés y las personas. Por ello, ha propuesto instaurar el principio de «corresponsabilidad» que castigue a los países «gorrones» que no cumplan su compromiso y, al mismo tiempo impulsar un «principio de esperanza» que estimule la voluntad de acción.
En esa línea, la directora en España de Transport & Environment, Isabell Buschell, opina que no será posible lograr que la UE sea un continente neutro en 2050 si no se atajan las emisiones del transporte por carretera, para lo que ha planteado que de aquí a 2030 circulen 30 millones de coches y 80 millones de camiones eléctricos y que un centenar de ciudades europeas sean neutras en emisiones de CO2.
Desde Fridays for Future, Diego Ferraz opina que para que la COP26 sea un éxito, el evento no debería parecerse «en nada» al «fracaso» de la COP25 y ha reclamado establecer los compromisos que apunta el Grupo de Expertos de Cambio Climático la ONU (Ipcc, por sus siglas en inglés).
Finalmente, el director de la Oficina de la Organización Internacional de Trabajo para España, Joaquín Nieto, ha propuesto no hablar de ambición sino de responsabilidad y completar en la COP26 «muchos aspectos» no resueltos en la COP25 tales como incluir una dimensión social en el marco de la ambición y la financiación para que nadie se quede atrás.