Delgado comparece hoy en el Congreso, la primera vez desde el debate sobre su idoneidad

La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, vuelve la semana próxima a comparecer en las Cortes, esta vez en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, tras su reciente intervención del pasado día 23 en el Senado, donde recibió reproches por parte del PP por su vinculación con el PSOE y sus «amistades peligrosas» con el ex juez Baltasar Garzón y con el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo.

Al igual que ocurriera en la Cámara alta, se trata de comparecencias obligadas por la ley para presentar las últimas Memorias de la Fiscalía General -en esta ocasión las relativas a los años 2017, 2018 y 2019– que quedaron aplazadas tanto por la sucesión de elecciones generales y la interrupción consiguiente de la actividad parlamentaria como posteriormente por la pandemia por covid.

Delgado únicamente se ha sometido al control del Congreso en el trámite de valoración de idoneidad para el cargo, que se sustanció el pasado 20 de febrero.

En su intervención del pasado martes en la cámara alta, la fiscal general ya dio cuenta de las estadísticas de las últimas memorias y reiteró la propuesta incluida en la última de ellas para que los delitos de odio contemplen penas de cárcel inferiores y sanciones alternativas a la prisión, como el pago de multas, la pérdida de derechos políticos o trabajos en beneficio de la comunidad.

En el turno de réplica los reproches más duros llegaron de mano del senador del PP Fernando de Rosa, que apuntó «amistades peligrosas» con el ex juez Baltasar Garzón y con el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo, instándola a abandonarlas o a dimitir.

Delgado dio la callada por respuesta y no respondió a las cuestiones planteadas por el senador popular ni mencionó estas relaciones de carácter personal.

Su comparecencia en el Senado también estuvo plagada de críticas de parcialidad hacia la jefa del Ministerio Público por su anterior vinculación al PSOE y al Gobierno, una situación que podrá repetirse el próximo martes.