El Gobierno no tiene intención de renunciar a su propuesta de incluir al magistrado de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pero sí admite que retiró de la mesa de negociación con el PP a la exdiputada de Podemos y actual delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, según confirman fuentes gubernamentales.
Por ello, el Ejecutivo exige al PP que reconsidere su postura y acepte volver a sentarse a negociar la renovación de este órgano sin «vetos». De momento, las fuentes consultadas explican que los contactos con el PP a través del Ministerio de Justicia siguen abiertos.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, no ha querido dar nombres, pero sí ha afirmado que el Ejecutivo «cedió» a los vetos que el PP planteó ante propuestas de personas que podían tener una vinculación con «determinado partido.
«Algunas de las personas que han sonado en los medios finalmente no se incorporaban a las propuestas defendidas justo para facilitar el acuerdo, algunas personas que tenían responsabilidades en el actual Ejecutivo o habían tenido vinculación con algunas de las formaciones políticas de forma explícita», ha afirmado, al ser preguntada en concreto por el caso de Rosell.
Esos sí, ha dejado claro que lo que no aceptaron ni van a aceptar es que se vete a jueces por las actuaciones que hayan hecho en el desarrollo de sus responsabilidades como jueces, en clara alusión a De Prada.