Investigadores de Estados Unidos y Alemania han estudiado qué vías transportan los residuos plásticos desde las costas al centro de los océanos, así como las fortalezas relativas de los diferentes giros subtropicales en los océanos y cómo influyen en la acumulación de escombros a largo plazo.
Todos los días se liberan toneladas de desechos plásticos en el océano, y la mayoría se acumula en medio de islas de basura, que tienden a flotar en la superficie de los océanos en el centro de cada una de sus regiones.
El mayor de ellos, conocido como la Gran Mancha de Basura del Pacífico, se encuentra en el Océano Pacífico Norte.
Los investigadores Philippe Miron, Francisco Beron-Vera, Luzie Helfmann y Peter Koltai informan en la revista ‘Chaos’ sobre la creación de un modelo de cadena de Markov de la dinámica de la superficie de los océanos a partir de trayectorias históricas de boyas de superficie.
Su modelo describe la probabilidad de que los desechos plásticos sean transportados de una región de la superficie del océano a otra.
«Los desechos de la superficie se liberan de la costa y se distribuyen de acuerdo con la parte de su ubicación de los desechos plásticos terrestres que ingresan al océano explica Miron, científico asistente de la Universidad de Miami.
«Para observar la distribución a largo plazo de los residuos flotantes, los desechos varados se reinyectan en el sistema siguiendo la misma distribución –añade–. Llamamos a este modelo ‘consciente de la contaminación’ porque modela la inyección, dispersión y recirculación de escombros dentro del sistema».
La teoría de la ruta de transición permite a los investigadores identificar rutas o rutas de transición que conectan una fuente directamente con un objetivo.
«En este trabajo nos enfocamos en las rutas desde la costa a los giros subtropicales, de un giro a otro, y de los giros a la costa», relata Miron.
Los investigadores dedujeron las rutas de los desechos y exploraron la estabilidad del parche de basura cuantificando la conexión entre ellos y su capacidad para retener la basura.
«Identificamos un canal de transición de alta probabilidad que conecta la Gran Mancha de Basura del Pacífico con las costas del este de Asia, lo que sugiere una fuente importante de contaminación plástica allí –explica Miron–. Y la debilidad del giro del Océano Índico como una trampa de desechos plásticos es consistente con las rutas de transición que no convergen dentro del giro».
Descubrieron que los giros, en general, están débilmente conectados o desconectados entre sí.
«De hecho, en el caso de vientos anormalmente intensos, es más probable que un giro subtropical exporte basura hacia las costas que hacia otro giro», añade.
Uno de los mayores descubrimientos que hizo el grupo es que, si bien el giro subtropical del Pacífico Norte atrae la mayor cantidad de escombros, de acuerdo con evaluaciones anteriores, el giro del Pacífico Sur se destaca como el más duradero, porque los escombros tienen menos caminos hacia fuera y hacia otros giros.
«Nuestros resultados, incluidas las perspectivas de parches de basura que aún no se han observado directa o sólidamente, es decir, en el Golfo de Guinea y en la Bahía de Bengala, tienen implicaciones para las actividades de limpieza del océano –explica Miron–. Las rutas de contaminación reactiva que encontramos proporcionan objetivos, además de los grandes parches de basura en sí mismos, para esos esfuerzos de limpieza».