Madrid y Baleares, las que menos invierten en Atención Primaria

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha denunciado las desigualdades observadas en las diferentes comunidades autónomas en lo que respecta al gasto en Atención Primaria (AP) en estos últimos años, ya que, en 2018, siete comunidades, entre las que destacan Madrid y Baleares, se situaron por debajo de los 206,73 euros de media por habitante, con un gasto de 147,97 y 178,38 euros, respectivamente; frente a los 261,75 de Extremadura, la comunidad que más invirtió.

Así se ha puesto de manifiesto durante la presentación, en rueda de prensa, del documento ‘La AP en las CCAA. Informe 2021’, elaborado por la FADSP, donde también se advierte de que el gasto sanitario destinado a Atención Primaria ha disminuido estos últimos años en proporción sobre el gasto sanitario público (0,98% entre 2010 y 2018).

Precisamente, la dispersión entre las diferentes comunidades autónomas también es evidente en el porcentaje total de gasto sanitario destinado a AP de cada comunidad, yendo desde el 17,45 por ciento de Andalucía hasta el 11,48 por ciento en Madrid. En concreto, la diferencia entre 2010 y 2018 oscila entre una disminución del 6,51 por ciento de Baleares hasta el aumento del 1,27 por ciento de Cantabria. «Unas diferencias tan importantes generan necesariamente desigualdad en las prestaciones de la AP», ha lamentado el secretario de Organización de FADSP, Marciano Sánchez Bayle.

Asimismo, la FADSP ha destacado que en 2019 se produjo una pequeña disminución en el número de tarjetas sanitarias individuales (TSI) por profesional en medicina de familia (-51%), pediatría (-57%), enfermería (-121%) y administrativos (-266) respecto a 2010, con una gran variabilidad entre las CCAA. «De todas maneras, las ratios (TSI/profesional) siguen siendo muy elevadas en todas las comunidades», sostiene Sánchez Bayle.

Así, en Medicina de Familia, en 2019, la ratio varía entre 1.762 de Baleares y 907 de Castilla y León, siendo la media de 1.342. En este sentido, el porcentaje de profesionales con más de 1.500 TSI es «muy elevado» y «globalmente inaceptable», pues se sitúa en un 38,83 por ciento, y en algunas de las CCAA «realmente escandaloso», denuncian desde la FADSP. En concreto, en Baleares el porcentaje es del 88,28 por ciento, y en Madrid del 56,75 por ciento. De hecho, en Madrid se encuentra el 52,9 por ciento de quienes tienen más de 2.000 TSI/profesional

En lo que respecta a Pediatría, la ratio también es elevada. Estas van desde 1.149 de Cataluña hasta 766 de Valencia. De nuevo, Baleares y Madrid concentran los mayores porcentajes, con más de 1.250 TSI, siendo Madrid la que acoge al 56,89 por ciento, con más de 1.500 TSI.

Por otro lado, Defensa de la Sanidad Pública ha destacado que en enfermería existe una «anomalía crónica en el sistema sanitario español», ya que la ratio de TSI por profesional es mayor que la de medicina, cuando lo habitual en otros países es que sea 1,5 inferior. Con todo, a pesar de ello, la ratio ha aumentado en cuatro comunidades entre 2010 y 2019. La ratio de TSI profesional es muy elevada en 2019 (1.485 de promedio) y varía entre la cifra de 1.113, de Canarias y la de 2.016, de Madrid

En referencia al personal administrativo, este también presenta ratios muy elevadas (2.779 de promedio en 2019), con gran variabilidad (máximo de 5.026 en la Rioja y mínimo de 1.720 en Canarias). Para la FADSP, la escasez de personal administrativo es precisamente una de las causas de la sobrecarga burocrática del personal asistencial.

ACTIVIDAD ASISTENCIAL

Según este informe, el número de consultas realizadas en AP disminuyó un 4,62 por ciento de media en todas las comunidades entre 2010 y 2019. No obstante el número de consultas de AP continuó siendo muy superior al de Enfermería (1,76 veces mayor). En este sentido, la frecuentación es mayor en las consultas médicas que en las de enfermería (5,06 por ciento, frente al 2,87), y es mayor entre la población de más de 65 años.

De hecho, este porcentaje varía entre el 6,8 de Extremadura y 3,84 de Cataluña, en el caso de las de medicina, y entre el 4,1 de Castilla y León y el 2,08 de Cataluña en el caso de enfermería. Así, estas visitas están influidas positivamente por la edad y negativamente por tres razones: el nivel socioeconómico, las mayores demoras en las citaciones y el grado de privatización en AP.

Además, la tasa de Urgencias y Emergencias es elevada. En 2019, se situó en una media de 44,51/1.000 habitantes resueltas por los centros coordinadores, y en 102,84 que precisaron de un desplazamiento de profesionales sanitarios.

Por otro lado, la tasa de interconsultas por 1000 habitantes se mantuvo prácticamente estable, pasando de 386,48 en 2013 a 381,31 en 2017 (primer y último año disponibles). Las CCAA con mayores tasas en 2017 fueron Canarias y La Rioja (564 y 474 respectivamente), y la que menos, Extremadura, con 265,06.

El gasto farmacéutico por recetas, que es el que depende sobre todo de AP, ha experimentado un crecimiento del 12,6 por ciento en el conjunto del país, oscilando entre el 24,1 por ciento de Valencia y un ligero decrecimiento (- 0,7%) de Navarra. En todo caso, el crecimiento promedio se ha situado por delante del aumento del presupuesto.

En cuanto al gasto por habitante y año, cabe destacar que este pasó de 2007,1 euros en el año 2014 a 233,4 euros en 2019, oscilando entre los 319,7 en Extremadura y los 202,6 en Madrid. Esta inversión es superior en todas las CCAA con respecto al gasto realizado en AP, según destacan desde la FADSP.

PIDEN DESTINAR HASTA UN 25% DEL PRESUPUESTO DE SANIDAD A LA AP

Por todo ello, la FADSP ha pedido un «incremento notable» de los presupuestos sanitarios para la AP. Una cifra que se estima razonable es en torno al 20-25 por ciento del presupuesto sanitario público, lo que debe de realizarse de una manera escalonada», ha aclarado Sánchez Bayle, quien ha añadido que, en todo caso, «sería importante una financiación sanitaria finalista para poder garantizar los presupuestos destinados a la AP y acabar con la excesiva variabilidad actual».

Además, para la federación también es «fundamental» disminuir la presión asistencial en la AP. Para ello, se precisa, aparte de unos mayores presupuestos, un incremento sustancial de las plantillas que establezca un máximo de 1.300 TSI para profesionales médicos y de enfermería, y de 1.000 para pediatría. Esto significa a corto plazo un aumento de, al menos, 2.000 profesionales de medicina y 4.500 de enfermería en AP en todo el país.

«En poco tiempo, se debería garantizar también que no existan profesionales médicos y de enfermería con más de 1.500 TSI asignadas», ha añadido el secretario de Organización. «Asimismo hay que realizar aumentos en el personal administrativo para lograr una ratio de 1.700 TSI/administrativo y el compromiso de recuperar las citaciones desde los centros de salud», ha defendido Sánchez Bayle, quien también ha reclamado la recuperación de la atención presencial en los centros de salud. «No se puede mantener una situación como la actual, donde la mayoría de la actividad se está haciendo telemáticamente, ya que es imposible realizar la correcta exploración de las personas, que es una parte sustancial del diagnóstico, a distancia», ha concluido.