Cuando ha pasado ya un año desde que la pandemia por el covid-19 azotara en todo el mundo, a pesar de la esperanza de las vacunas seguimos en alerta y pasando olas. En España muchos ya se han contagiado y pasado la enfermedad, con síntomas graves como para ingresar, leves o bien asintomáticos. Sin embargo, la mayoría de la población aún es susceptible de contraer el virus pero pocos saben las claves detrás de que unos tengan síntomas (graves o leves) y otros ni se enteren de que lo han pasado.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de Singapur ha arrojado luz sobre esta cuestión, una de tantas que siguen surgiendo con el covid-19. Parece que la clave de todo está en la respuesta -equilibrada o no- de las células T, determinando la gravedad de la enfermedad. En resumen, para eliminar el virus sin desarrollar síntomas requiere que estas células T respondan eficientemente, pero ¿cómo lo hacen? Pues produciendo un equilibro de moléculas proinflamatorias y antiinflamatorias.
Las células T y el covid-19
El estudio singapurense llegó a esta conclusión tras analizar muestras de sangre de infectados con SARS-CoV-2. Los resultados se publicaron en el Journal of Experimental Medicine (JEM). ¿Por qué son clave estas células T? Porque son las que evitan que se produzcan síntomas. Tanto estas como los anticuerpos son las encargadas de eliminar el virus, pero sin ese equilibrio en las células T, el organismo responde con una inflamación excesiva que daña los tejidos, causando síntomas de todo tipo.
Pero entonces la pregunta es: ¿por qué unas personas desarrollan síntomas y otras no? Algunos estudios han sugerido que los asintomáticos producen menos anticuerpos que los que desarrollan síntomas, pero no está igual de claro si también se reduce la presencia de células T. «Los individuos asintomáticos constituyen una proporción variable pero a menudo grande de individuos infectados, y deberían tener la clave para comprender la respuesta inmune capaz de controlar el virus sin desencadenar procesos patológicos», señaló Antonio Bertoletti, profesor de la Facultad de Medicina de Duke-NUS en Singapur.
El experimento
El equipo de Bertoletti estudiaron a 85 de trabajadores migrantes expuestos al SARS-CoV-2 en abril de 2020 y que no mostraron síntoma alguno del covid-19. Tomaron muestras de sangre durante seis semanas y las compararon las células T con 75 pacientes que sí habían mostrado síntomas leves o mederados, acabando hospitalizados. Se sorprendieron al descubrir que poco después de la infección, la frecuencia de células T tanto en un grupo como en el otro eran similares.
¿Cuál era la diferencia? Pues que las células T de los asintomáticos produjeron mayores cantidades de IFN-γ e IL-2, dos proteínas de señalización , o citocinas, que ayudan a coordinar la respuesta inmunológica a los virus y otros patógenos. Por tanto dedujeron que la clave no era la cantidad sino la coordinación en la respuesta inmune, siendo superior en los individuos asintomáticos. Las células inmunes de estos producen una mezcla equilibrada de moléculas proinflamatorias y antiinflamatorias. En cambio en los sintomáticos la proporción obviamente era superior en las primeras, causando los síntomas.
Eficiencia contra el covid-19
«En general, nuestro estudio sugiere que los individuos asintomáticos infectados con SARS-CoV-2 no se caracterizan por una inmunidad antiviral débil; por el contrario, montan una respuesta celular antiviral equilibrada y altamente eficiente que protege al huésped sin causar ninguna patología aparente», aseguran los investigadores.
Otro frente más de estudio para vencer al covid-19 pero donde aún faltan muchos más detalles y sobre todo ampliar enormemente la muestra, ya que la mayoría de participantes de este análisis eran de origen indio/bangladesí. Se deberán confirmar estos resultados en otras poblaciones y en mujeres.