La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha anunciado este lunes que el Gobierno va a enviar un cargamento de ayuda humanitaria a Guinea Ecuatorial en respuesta a las explosiones registradas el domingo en Bata, la capital económica del país.
González Laya ha trasladado a su homólogo ecuatoguineano, Simeóin Oyono Esono, el «pesar» del Gobierno por las víctimas y afectados por las «devastadoras explosiones» registradas en Bata que, según el balance ofrecido el domingo por la noche por el presidente del país, Teodoro Obiang Nguema, dejaron al menos 15 muertos y 500 heridos.
«España va a proceder al envío inmediato de un cargamento de ayuda humanitaria», ha precisado la ministra. El Gobierno respondería así a la petición de ayuda trasladada por las autoridades ecuatoguineanas horas después de la tragedia.
Por otra parte, fuentes diplomáticas han informado de que los casi 1.000 españoles que se encontraban en Bata –830 residentes y 118 no residentes– no se han visto afectados y no hay que lamentar ni muertos ni heridos.
Tanto el Consulado General en Bata como la Embajada en Malabo están a disposición de los que puedan requerir asistencia y los teléfonos de emergencia ya están plenamente operativos, tras los problemas iniciales después de las explosiones, han precisado las fuentes.
Los hechos tuvieron lugar en el Cuartel de Intervención Rápida de Nkuantoma, en Bata, como resultado, según el presidente, de una «negligencia».
«Sobre las 16.00 horas del domingo 7 de marzo la ciudad de Bata ha sido víctima de un accidente ocasionado por la negligencia de la unidad responsable de custodiar la dinamita del Cuartel de Nkuantoma», explicó Obiang a la población en un comunicado leído en la televisión pública.
La deflagración original ha provocado la detonación de las municiones almacenadas en esa misma ubicación y «las ondas expansivas ocasionaron graves destrozos en casi todas las viviendas de Bata», según Obiang. El mandatario anunció que se pondrán en marcha las «investigaciones necesarias» y que habrá «depuración de responsabilidades» por este incidente.