Colau rifa 1.000 millones de euros en un concurso «restrictivo» para la competencia

La licitación del transporte urbano de viajeros va camino de convertirse en un nuevo frente abierto para Ada Colau, alcaldesa y presidenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Esta entidad ha licitado el Nitbus, un polémico concurso de 1.000 millones de euros y que es «restrictivo» para la competencia.

La Autoridad Catalana de Competencia (ACCO) ha amenazado con la impugnación de esta licitación, una de los mayores concursos del AMB. La entidad ve «restrictiva« para la competencia esta licitación y la compara con otras ya impugnadas.

Para esta licitación, la AMB busca que una única empresa pueda prestar los servicios diurnos o nocturnos por los municipios de Badalona, ​​Barcelona, ​​Hospitalet de Llobregat, Montcada i Reixach, Montgat, Sant Adrià del Besòs, Santa Coloma de Gramenet y Tiana, todos ellos situados al norte de la Ciudad Condal. Para el concurso se ha procedido a separa el servicio diurno con el nocturno, pero no las zonas.

La licitación agrupa a todos por igual y para la ACCO «se deriva una licitación que muy probablemente dificultará la concurrencia de operadores en la misma y, consecuentemente, un pobre nivel de competencia por el mercado».

MAYORES PRECIOS

Colau licitó el concurso el pasado 23 de febrero por una extensión de un año y más de 997,24 millones, sin IVA. La ACCO realizó un análisis de la documentación, cuyo diseño «limita de manera muy significativa la capacidad de los operadores eventualmente interesados ​​de poder presentarse».

La falta de competencia repercutirá directamente en los precios, y serán los contribuyentes los principales perjudicados, junto con el funcionamiento competitivo del mercado y la AMB.

Hasta ahora, la empresa TUSGSAL se había encargado de este servicio en la zona norte. La firma de autobuses también pujará por esta licitación, cuyos requisitos son de muy difícil cumplimiento para nuevos ofertantes. Entre ellos, destaca la exigencia de haber recorrido 7.826.732 km útiles anuales en transporte urbano. Estas inalcanzables cifras «se convierten en auténticas barreras de entrada para los operadores», señala la ACCO.

Solo los operadores de «gran tamaño y capaces de acreditar la experiencia exigida en el ámbito de los servicios de transporte urbano» optarán al concurso «sin necesidad de integrarse en una Unión Temporal de Empresas (UTE)».

ANÁLISIS DE TODO EL CONCURSO

Además, la licitación sólo tiene en cuenta la solvencia en el ámbito urbano, y no en el interurbano. Este hecho «dificulta el acceso a la licitación promovida por la AMB por parte de operadores que cuentan con experiencia suficiente y capacidad notable», ha destacado la ACCO.

Por estos motivos, la ACCO está efectuando un análisis detallado de la documentación que integra el expediente de contratación con el objetivo de determinar las futuras actuaciones a llevar a cabo respecto a la licitación del servicio de transporte público colectivo urbano de viajeros diurno y nocturno en Barcelona y otros municipios del ámbito norte de la AMB.

No es la primera vez que el AMB de Colau actúa de la misma forma. En anteriores licitaciones, se ha agrupado todo el contrato y se establecen unos niveles mínimos de solvencia tan estrictos que se restringe la competencia al poner barreras a las operadoras.

LA IMPUGNACIÓN EN EL BAIX LLOBREGAT

De hecho, la propia ACCO ha impugnado algunas de las licitaciones de la AMB e hizo público un documento en el que ponía de manifiesto las restricciones a la competencia derivadas de la licitación de este mismo contrato en Castelldefels, Gavà, Viladecans, Barcelona y otros municipios. Todos los concursos fueron explotados por BaixBus, que cumplía con los titánicos requisitos de solvencia.

Según la ACCO, las condiciones por las que se impugnó el concurso del sur de Barcelona «son perfectamente aplicables a la nueva licitación promovida por la AMB«. «Los aspectos criticados entonces, respecto la unión de tres contratos del ámbito del Baix Llobregat se repiten respecto la licitación relativa al ámbito norte de la AMB», ha considerado.

En ambos casos, «el resultado es la articulación de contratos de grandes dimensiones, que ni se dividen en lotes ni establecen requerimientos de solvencia más flexibles (que incluyan también la experiencia en el ámbito interurbano) que favorezcan al máximo posible la participación de operadores en las licitaciones».