El suceso de El Molar es un caso de violencia de género

La Guardia Civil ha confirmado este mediodía como principal hipótesis que el suceso ocurrido ayer en El Molar, en el que se hallaron tres cadáveres con signos de violencia en un chalé incendiado, es un caso de violencia de género, ha indicado una portavoz de la Comandancia de Madrid.

También ha confirmado que los agentes de la Brigada Científica han intervenido dos escopetas, que mandarán al laboratorio de Criminalística. La inspección ocular del chalet se ha interrumpido porque se ha reavivado el fuego, un pequeño foco en dos colchones humeando, que ya han apagado los Bomberos de la Comunidad de Madrid.

El supuesto asesino machista de El Molar, que presuntamente mató a su mujer y a su hija de 11 años la madrugada del lunes y luego se quitó la vida horas después, habría utilizado para ello estas dos escopetas que estaban en el chalet, ya que tenía licencia de armas para la caza.

Por otro lado, hoy se está realizando la autopsia a los cuerpos, que aún no han terminado. En el rastreo de la casa, los bomberos hallaron ayer tres cuerpos sin vida, una mujer y un hombre adultos y la niña, hija de ambos. No estaban en el foco del incendio. Las mujeres estaban en una habitación mientras que él estaba en otra habitación.

Los fallecidos son María Cruz, paraguaya de 48 años; su marido español, Fausto, de la misma edad; y la hija de ambos, Isabel, de 11. Las tres tenían heridas de bala. La autopsia determinará si fueron abatidas por la espalda. Él se habría descerrajado un tiro en la boca.

Antes de hacerlo habría incendiado la casa en dos puntos diferentes utilizando gasolina, ya que se han encontrado restos de este combustible en la casa. El supuesto asesino no contaba con antecedentes de violencia de género ni denuncias previas, según las mismas fuentes.

También se investigan las causas de este trágico desenlace. Según amigos del supuesto doble homicida, llevaba tiempo en depresión por las consecuencias de la pandemia, entre ellas que había pasado muchos meses en el ERTE en el taller de San Agustín de Guadalix donde trabajaba. Las amigas de la esposa han comunicado que en los últimos días la veían triste y apagada, ya que su marido no le dejaba salir mucho de casa.