Dos años de cárcel por grabar a unas modelos en un vestuario de Cáceres

El Juzgado de lo Penal nº 1 de Cáceres ha condenado a dos años de cárcel a un hombre residente en la capital cacereña por un delito continuado contra la intimidad al haber realizado grabaciones a varias chicas en el vestuario de un estudio de su propiedad, que utilizaba para realizar sesiones fotográficas con las modelos.

Además, ha sido condenado a indemnizar a las víctimas con 2.000 euros a cada una por perjuicios morales y a destruir tanto el ordenador como la cámara y la tarjeta de memoria que utilizó para las grabaciones, que tuvieron lugar durante los años 2018 y 2019. Igualmente se le prohíbe acercarse a las víctimas a menos de 200 metros o a comunicarse con ellas por cualquier medio durante cuatro años.

La sentencia, que es firme porque se ha fallado con conformidad de las partes, argumenta como hechos probados que el condenado, conocido en la vida social y pública cacereña, contactó con las modelos a través de Facebook para ofrecerles un reportaje fotográfico que, en todas las ocasiones, fue realizado en un local de Cáceres, propiedad del condenado.

A este local acudía junto a las modelos, que «tenían que cambiarse varias veces de ropa en el vestuario, incluida la ropa interior, quedándose desnudas, y siendo grabadas sin su consentimiento a través de una cámara que el acusado tenía instalada en el vestuario y oculta entre otros enseres», según recoge la sentencia.

La existencia de vídeos se constata en las sesiones fotográficas que se realizaron en marzo y septiembre de 2018 a dos de las modelos, y una tercera, en una sesión del 26 de octubre de 2019 se percató de la existencia de la cámara, circunstancia que comentó con otras chicas que también habían acudido a estas sesiones de fotos.

Ante la sospecha de que pudieran haber sido grabadas, una de las modelos concertó otra sesión para el 29 de octubre de 2019 y «una vez que entró en el vestuario donde las jóvenes se cambian la ropa, observó la cámara de grabación con la luz roja encendida, que se encontraba debajo de otro objeto para dificultar su descubrimiento».

A raíz de este caso, el ahora condenado fue detenido por la policía y se le intervino la cámara y el material informático, «si bien solo se encontraron vídeos en la cámara y en la torre del ordenador», apunta la sentencia.