El canciller de Austria, Sebastian Kurz, ha denunciado un reparto desigual de las vacunas contra la COVID-19 dentro de la UE y ha sugerido que algunos gobiernos han llegado a acuerdos secretos bilaterales con farmacéuticas, un «bazar» que se estaría gestando al margen de las gestiones comunes de la Comisión Europea.
Kurz ha comparecido públicamente para poner en cuestión la supuesta «distribución justa» de la vacuna, asegurando que en las últimas semanas no se ha tenido en cuenta el factor poblacional y que esta disparidad amenaza con «intensificarse» en los próximos meses.
Así, ha asegurado que Malta habrá recibido para finales de junio tres veces más dosis per cápita que Bulgaria, mientras que Países Bajos dispondrá para entonces del doble que Croacia, según el canciller austriaco, que ha atribuido esta disparidad a negociaciones secundarias dentro del grupo especial de trabajo de la Comisión para la COVID-19.
Kurz ha apuntado la supuesta existencia de contratos secretos de gobiernos concretos con farmacéuticas con las que la UE ha negociado compras conjuntas, lo que en la práctica implica que los países tienen prohibido negociar en paralelo con ellas. «Es difícil tener información por las cláusulas secretas de estos contratos», ha dicho, según la agencia de noticias Bloomberg.
Para Kurz, que también se ha pronunciado en su cuenta oficial de Twitter, esta situación «contradice claramente el objetivo político de la Unión Europea: la distribución equitativa entre todos los Estados miembro».
«Si la distribución continuase de esta manera, daría como resultado un trato muy desigual y debemos impedirlo. Los 450 millones de europeos deben tener la oportunidad de volver a la normalidad en verano», ha enfatizado el líder conservador.
El ministro de Exteriores austriaco, Alexander Schallenberg, se ha referido a la polémica en una rueda de prensa en Viena junto a su homóloga española, Arancha González Laya, en la que ha subrayado que Austria está «muy a favor» de la compra conjunta de vacunas.
Por este motivo, ha añadido, «surgen dudas» cuando se percibe que otros países pueden estar adoptando estrategias diferentes, si bien Schallenberg ha asumido que «no hay nada perfecto» y que «es la primera vez» que se aplican este tipo de medidas. «En la próxima pandemia lo haremos mejor», ha ironizado.
González Laya, por su parte, ha defendido igualmente la «estrategia europea», por entender que de esta forma se evita que haya «ciudadanos de primera, de segunda y de tercera clase» y también porque es la manera «más eficaz» de hacer frente a la pandemia: «Nadie estará a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo».
La jefa de la diplomacia española cree que hay «áreas en las que se puede mejorar» y ha apuntado que España está «dispuesta» a posibles revisiones, pero ha dejado claro que existe un «apoyo muy fuerte» por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez al papel que desempeña la Comisión Europea.
LA COMISIÓN RESPONDE
A la pregunta de si cree que el reparto de las vacunas está siendo injusta como afirma Kurz, el portavoz de la Comisión Europea ha recordado que las reglas de la compra conjunta prevén que los Estados miembro puedan negociar entre ellos cambios en las partidas inicialmente asignadas en la clave de reparto creado a partir de la población en cada país.
«Es algo que discuten entre ellos y el acuerdo se produce entre ellos», ha zanjado el portavoz comunitario Éric Mamer, para señalar que Bruselas no influye en esa discusión y que es un mecanismo previsto para permitir ajustes cuando algún país no quiere o no necesita las dosis previstas en una determinada partida.
Sobre las acusaciones de Kurz de presuntos contratos secretos de algunos de los socios, el portavoz comunitario ha eludido dar una respuesta.