Los 5 delitos informáticos más comunes

Las nuevas tecnologías avanzan a un ritmo tan rápido que es imposible controlarlo todo. Las propias leyes todavía no están actualizadas para regir todo el mundo digital. Es cierto que éste está lleno de oportunidades y de facilidades para el día a día de las personas, tanto para trabajar como para el ocio, pero también facilita mucho la tarea a los delincuentes.

Los ciberdelitos son aquellas acciones que se realizan a través de las nuevas tecnologías o aquellas en las que las nuevas tecnologías intervienen como medio u objeto. Los criminales aprovechan el gran potencial de Internet para delinquir, saltándose barreras territoriales y pudiendo actuar desde cualquier lugar.

Es importante que a la hora de dudar si hemos sido víctimas de algún delito digital, consultemos con un perito informático experto en delitos informáticos, ya que éstos se pueden frenar antes de que vayan demasiado lejos. También nos servirá para proteger nuestros dispositivos ante nuevos posibles ataques.

Pero antes de acudir a nadie, para prevenir ser víctimas de estos delitos informáticos, lo primero es conocerlos, para así crear sistemas de protección y seguridad a nivel personal, familiar y laboral. A continuación, os explicamos los cinco delitos informáticos más comunes.

1.  Estafas

Este delito se comete usualmente mediante el phishing o el robo de identidad, en el que los ciberdelincuentes aprovechan sus conocimientos informáticos para engañar a los usuarios de Internet y robarles contraseñas y datos personales. Lo hacen mediante spam, softwares ilegales o, lo más común, páginas web falsas que imitan de forma casi perfecta a las originales. De esta manera, acceden a información confidencial. En la mayoría de los casos se hace con la intención de obtener datos bancarios.

2.  Suplantación de identidad

Muy relacionado con el punto anterior. Cuando el delincuente consigue acceder a los datos personales mediante la estafa, puede hacer con ellos lo que quiera. Estos se utilizan para hacer compras, alquileres, extraer dinero de la cuenta bancaria o incluso también para solicitar puestos de trabajo, por lo que puede ser muy perjudicial para tu imagen y, lo más común, puede llevarte a la ruina. Es posible recuperar el dinero robado y cancelar las tarjetas, pero es un procedimiento muy largo que implica la intervención judicial, por lo que lo mejor es tener precaución para evitarlo.

3.  Extorsión

Este delito ocurre cuando alguien utiliza información tuya confidencial para sacar partido de ella, normalmente pidiendo dinero a cambio de que ésta no se revele. Hay muchos tipos de extensión. Puede que los delincuentes accedan a información tuya personal y soliciten dinero a cambio de no revelarla, o que inicien un ataque cibernético que solo pararán si les pagas. Incluso, en situaciones extremas, han recopilado datos personales como domicilio y otros datos familiares para obligar a la persona a realizar una acción o pago,  utilizando la intimidación para conseguir su propósito.

4.  Acoso

En Internet hay muchas personas anónimas, que aprovechan el anonimato para acosar a otros parapetándose tras una pantalla. Esto es algo muy común en adolescentes, por lo que es importante que reciban una buena educación digital. No aceptar el contacto de personas desconocidas en las redes sociales o bloquear a aquél que nos intimide, es una buena forma de evitar este delito. Por suerte, las leyes están actualizándose y ahora, este acoso, sobre todo si llega a la amenaza, tendrá consecuencias legales.

5.  Hackeo

Aún sobreviviendo a la estafa siendo lo más precavidos posible, los criminales pueden seguir accediendo a tus datos de forma ilegal, normalmente mediante un ordenador. Con ello pueden robar información confidencial y hacer con ella lo que quieran. Para evitarlo, es importante que contéis con un buen antivirus y antimalware y que todas vuestras cuentas estén protegidas por contraseñas de alta seguridad.